Un abogado del 23-F podría defender al sacerdote que atentó contra el Papa

El abogado español Guillermo José Salvá Paradela, que defendiera al teniente de la guardia civil César Alvarez Fernández en el juicio del 23-F, podría encargarse de la defensa del sacerdote español Juan María Fernández Krohn, que intentó el pasado día 13. de mayo atentar contra el papa Juan Pablo II en Fátima (Portugal), según información que recoge la agencia Efe, citando una noticia del diario portugués A Tarde, que se edita en Lisboa, y que la da por hecha.Salvá Paradela informó ayer a este periódico que no tiene comunicación oficial alguna al respecto -"no he hablado con Fernández K...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El abogado español Guillermo José Salvá Paradela, que defendiera al teniente de la guardia civil César Alvarez Fernández en el juicio del 23-F, podría encargarse de la defensa del sacerdote español Juan María Fernández Krohn, que intentó el pasado día 13. de mayo atentar contra el papa Juan Pablo II en Fátima (Portugal), según información que recoge la agencia Efe, citando una noticia del diario portugués A Tarde, que se edita en Lisboa, y que la da por hecha.Salvá Paradela informó ayer a este periódico que no tiene comunicación oficial alguna al respecto -"no he hablado con Fernández Krohn ni le conocía hasta que le vi en televisión"-, pero que, caso de recibir esa comunicación, no tendría inconveniente en hacerse cargo de la defensa del sacerdote integrista. Existe una serie de trabas administrativas para que esa defensa pueda realizarse, toda vez que, al contrario de lo que ocurre con los países latinoamericanos, entre los Estados español y portugués no existe convenio por el cual los abogados de uno de estos países puedan actuar en el otro país. Es necesario previamente el consentimiento del Consejo General de la Abogacía y su equivalente en Portugal.

El abogado mencionado informó ayer que su opinión respecto al sacerdote Fernández Krohn es estrictamente profesional; que la defensa se basaría en criterios estrictamente subjetivos, en los que pesaría decisivamente el estado emocional del encausado a la hora de realizar los actos que dieron lugar a su detención, y que, en cualquier caso, "deberé estar asesorado por un equipo de especialistas médicos, ya me entiende usted". Los medios de comunicación hicieron amplia referencia, una vez ocurridos los hechos de Fátima, al inestable estado psíquico del sacerdote integrista.

Archivado En