La ultraizquierda y la Zarzuela

El día 18 de mayo de 1982, y en la página 13 de Opinión, aparece un artículo de Fernando Savater, bajo el título "Reflexión desde la Zarzuela". Uno, que aún sigue pensando que la república, como forma de gobernar, sigue siendo la única capaz de asegurar, o por lo menos encauzar las formas democráticas, no puede por menos que discrepar con las ideas expuestas por Fernando Savater, por muy intelectual que guste considerarse; y discrepar asimismo, ante tan burdas justificaciones, a la hora de estrechar o besar, como más guste, las extremidades superiores de Su Majestad que está en la Zarzuela.Hab...

El día 18 de mayo de 1982, y en la página 13 de Opinión, aparece un artículo de Fernando Savater, bajo el título "Reflexión desde la Zarzuela". Uno, que aún sigue pensando que la república, como forma de gobernar, sigue siendo la única capaz de asegurar, o por lo menos encauzar las formas democráticas, no puede por menos que discrepar con las ideas expuestas por Fernando Savater, por muy intelectual que guste considerarse; y discrepar asimismo, ante tan burdas justificaciones, a la hora de estrechar o besar, como más guste, las extremidades superiores de Su Majestad que está en la Zarzuela.Habría que recordar a tan sabio posibilista, y no menos anti gochista, que lo patético, dañino e impotente, es el comportamiento de quienes, como él, desprecian a personas, pocas o muchas, que al menos tienen un poco de dignidad. No hará falta decir que me estoy refiriendo a los que él dice ultragochistas, a esos, cuyos principios les llevan a nadar contra corriente, a luchar contra lo que hoy se considera justo, que no legítimo, teniendo en contra a quienes, amparados en la moderación, se echan en manos, y se deshacen en halagos, en los que detentan el poder real y el poder fáctico, aunque mañana les siguen la libertad y el físico con los sables. /