Los argentinos consideran inevitable un 'baño de sangre' en las Malvinas

Argentinos y británicos consideran ya "inevitable" e "inminente" una invasión inglesa de las islas Malvinas, operación que estaría tan sólo a la espera de que fracasen oficialmente las gestiones en las que está empeñado el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, y se encuentren suficientemente cerca del archipiélago los refuerzos enviados por Londres en apoyo de la Royal Navy.

El actual compás de espera en las acciones bélicas de envergadura en el Atlántico sur no se interpreta de forma optimista en Buenos Aires, donde existe la impresión casi general de que ...

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Argentinos y británicos consideran ya "inevitable" e "inminente" una invasión inglesa de las islas Malvinas, operación que estaría tan sólo a la espera de que fracasen oficialmente las gestiones en las que está empeñado el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, y se encuentren suficientemente cerca del archipiélago los refuerzos enviados por Londres en apoyo de la Royal Navy.

El actual compás de espera en las acciones bélicas de envergadura en el Atlántico sur no se interpreta de forma optimista en Buenos Aires, donde existe la impresión casi general de que un baño de sangre es inevitable antes de que se llegue a cualquier solución negociada, según informa nuestro enviado especial, Juan González Yuste.

"El tiempo no está de parte de las negociaciones, que deberán desembocar, en un sentido o en otro, en el curso de esta próxima semana", declaró, por su parte, ala BBC el ministro de Defensa británico, John Nott. Margaret Thatcher permaneció ayer reunida durante seis horas y media con su gabinete de crisis (en presencia de los embajadores británicos ante las Naciones Unidas y en Washington).

El endurecimiento británico que se adivina respondería a las presiones de un amplio sector conservador para volver a las exigencias planteadas por el Gobierno en el primer debate parlamentario de abril: la restauración de la plena soberanía y administración británica del archipiélago, escribe desde Londres Andrés Ortega. La Prensa británica se muestra casi unánime a la hora de señalar como inminente el desembarco en el archipiélago.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Económica Europea (CEE) optaron anoche por suspender hasta esta tarde la reunión en la que iban a decidir la prolongación de las sanciones decretadas contra Argentina. Según ha podido saber nuestra enviada especial a Luxemburgo, Sol Gallego, Italia está decidida a no renovar su voto favorable de principios de abril, lo que podría arrastrar al menos a los gobiernos de Irlanda y Dinamarca. Con anterioridad, el secretario norteamericano de Estado, Alexander Haig, se había reunido durante una hora con el titular del Foreign Office, Francis Pym.

Cuatro aviones Harrier británicos atacaron en la tarde de ayer con bombas y fuego automático a dos buques argentinos situados en el Estrecho de las Malvinas que separa a las dos principales islas del archipiélago, según el Ministerio de Defensa de Londres, que no pudo precisar los daños causados, aunque sí afirmó que la tripulación de uno de los barcos fue vista abandonar la embarcación.

Una vez cuente con luz verde de Londres, el comandante de la fuerza expedicionaria británica, John Woodward, podría intentar un ataque frontal contra las islas o seguir acosando a las tropas argentinas, mientras espera a los 3.000hombres que: en unos diez días llegarán a bordo del lujoso Queen Elizabeth 2.

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