510 detenidos en una espectacular redada policial en el Rastro madrileño

Más de quinientas personas -según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, 510- fueron detenidas a primera hora de la tarde de ayer en las inmediaciones del Rastro madrileño en una espectacular redada policial, en la que participaron más de cien policías. La acción, al parecer ordenada directamente por el director de la Policía, Gabriel García Gallego, pretendía pacificar la ciudad de cara al Campeonato Mundial de Fútbol, así como llevar a cabo una considerable aprehensión de droga, que, según denuncias de los vecinos del barrio, abunda en el popular barrio del centro de Madrid.

Gran...

Más de quinientas personas -según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, 510- fueron detenidas a primera hora de la tarde de ayer en las inmediaciones del Rastro madrileño en una espectacular redada policial, en la que participaron más de cien policías. La acción, al parecer ordenada directamente por el director de la Policía, Gabriel García Gallego, pretendía pacificar la ciudad de cara al Campeonato Mundial de Fútbol, así como llevar a cabo una considerable aprehensión de droga, que, según denuncias de los vecinos del barrio, abunda en el popular barrio del centro de Madrid.

Gran número de detenidos fueron puestos en libertad a lo largo de toda la noche del ayer, al tiempo que otros fueron interrogados por la policía, con el fin de pasarlos a disposición judicial, ya que se incautó una gran partida de droga en los distintos puestos que se instalan en el Rastro.La operación estaba prevista desde hace unos días. Inspectores de la comisaría de Arganzuela y miembros del Cuerpo Superior de Policía, Brigada Judicial y de Seguridad Ciudadana, participaron en una de las redadas más espectaculares de los últimos tiempos. Cuatro camionetas grandes, seis coches Z y cinco K -sin distintivo oficial alguno- fueron los encargados de participar en la redada, mientras efectivos de la Policía Municipal procedían a la regulación y control del tráfico que, muy numeroso, circulaba por la zona, como es habitual en días festivos en el barrio del Rastro.

Los más de cien policías que intervinieron en la operación cercaron las calles próximas y fueron deteniendo a cuantos transeúntes circulaban por el lugar. Según testigos presenciales de los hechos, quienes se identificaban y no ofrecían un aspecto supuestamente peligroso eran puestos en libertad, mientras que los jóvenes que se encontraban en los tradicionales tenderetes del Rastro eran detenidos y, posteriormente, llevados a las dependencias de la Dirección de la Seguridad del Estado, en la Puerta del Sol, para su interrogatorio, identificación y comprobación de antecedentes policiales o judiciales, lo que llevó a una laboriosa tarea de archivo, que dificultó la rápida puesta en libertad o su paso a disposición judicial de los detenidos.

Entre los más de quinientos detenidos se ha incautado, según informó la policía, una "considerable cantidad de droga varia, que era la causa principal de La operación". Sin embargo, en medios próximos a la Dirección de la Seguridad del Estado se constató que la orden partía de la propia dirección de la policía madrileña, en un intento de detener a cuantos "maleantes, carteristas y drogadictos puedan estar actuando en Madrid", de cara a la celebración el proximo mes de junio del Campeonato Mundial de Futbol.

Otros medios policiales consultados expresaron su extrañeza ante la magnitud de la redada, ya que "el Mundial está aún muy lejos y no se puede mantener detenida a tanta gente durante tanto tiempo, porque no hay sitio en las cárceles".

A última hora de ayer, ninguno de los detenidos había pasado a disposición judicial, aunque muchos de ellos "están en la calle", según declaraciones del jefe de sala de la DSE. Por otra parte, hay que señalar que durante todo el día de ayer fue totalmente imposible recoger información oficial alguna de los servicios de la Seguridad del Estado, que siempre se remitían al Gabinete de Prensa de la Jefatura Suporior de Policía de Madrid, en donde ayer domingo todo el día y el resto de la semana por la noche no atienden el teléfono, ya que nadie trabaja.