El Gobierno vasco cierra las academias de eusquera

La dirección del organismo de Alfabetización y Euskaldunización de Adultos (HABE), dependiente de Gobierno autónomo vasco, ordenó ayer el cierre de las siete euskaltegis, o academias públicas de lengua vasca, hasta que cese la huelga que protagonizan profesores y alumnos en contra de la presencia de cuatro policías nacionales matriculados en el centro de San Sebastián. Los cuatro agentes declararon ayer a EL PAIS que no han querido provocar ningún problema, pero que siguen dispuestos a defender sus derechos, para lo cual se sienten respaldados por la mayoría de los ciudadanos vascos.

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La dirección del organismo de Alfabetización y Euskaldunización de Adultos (HABE), dependiente de Gobierno autónomo vasco, ordenó ayer el cierre de las siete euskaltegis, o academias públicas de lengua vasca, hasta que cese la huelga que protagonizan profesores y alumnos en contra de la presencia de cuatro policías nacionales matriculados en el centro de San Sebastián. Los cuatro agentes declararon ayer a EL PAIS que no han querido provocar ningún problema, pero que siguen dispuestos a defender sus derechos, para lo cual se sienten respaldados por la mayoría de los ciudadanos vascos.

La orden de cierre de las euskaltegis se produjo a media mañana, e incluye la clausura del centro de Fuenterrabía (Guipúzcoa), el único de los siete existentes que funciona en régimen de internado. Grupos de alumnos ocuparon las instalaciones del HABE en esta localidad y en San Sebastián para protestar por la medida.En las asambleas celebradas ayer en algunos centros, particularmente en el de San Sebastián, el más directamente afectado por la presencia de los policías nacionales, pudo apreciarse la aparición de una corriente moderada entre los alumnos, que pretende colaborar en la búsqueda de soluciones. Este sector menos radical se ha visto reforzado ante la evidencia de que la actitud de la Administración autónoma es firme y la continuidad de la huelga supondría el despido del profesorado y la clausura definitiva de los centros, y la consiguiente pérdida del curso.

Al parecer, una posición similar podría abrirse paso entre los casi sesenta profesores que ayer por la tarde mantenían una asamblea en Durango (Vizcaya). La solución consistiría en la reanudación de las actividades normales de los centros y la integración de los cuatro policías en un grupo, junto a otros alumnos que no tuvieran inconveniente en compartir la misma aula. Un directivo del HABE se ha ofrecido, según parece, para impartir la enseñanza personalmente, si fuera necesario. Esta fórmula no impediría que cierto número de alumnos matriculados abandonara los cursos, pero haría posible la reanudación de la actividad docente.

Portavoces de la asamblea de estudiantes del centro de San Sebastián informaron ayer por la mañana que su actitud permanece invariable. Dijeron que la voluntad de integración de los agentes de policía resulta contradictoria con su intento de "imponerse por la fuerza, en contra del sentir mayoritario de la asamblea", y negaron que ésta haya sido teledirigida o actúe por consignas partidistas. "Es un hecho que en Euskadi no se convive normalmente con la policía, por razones obvias, y lo que ha ocurrido no es más que un reflejo de la realidad", manifestó uno de los estudiantes.

Los cuatro policías nacionales, Angel, Paco, Manolo y Manuel, declararon ayer a EL PAI S que lamentan el conflicto, aunque no se consideran responsables de su comienzo, por lo que siguen dispuestos a acudir a los cursos del HABE en cuanto se reanuden.

Los agentes, que se confesaron cansados y confundidos por la trascendencia que ha alcanzado su iniciativa N, las reacciones que ha suscitado, negaron cualquier intención provocadora, "como lo demuestra el hecho de que durante meses hemos buscado profesor para que viniera al cuartel. Precisamente, para no comprometer a nadie acudimos al servicio oficial del Gobierno vasco".

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Pese a que no han tomado una decisión definitiva, los cuatro se mostraron poco inclinados a aceptar el ofrecimiento del bilbaíno Rafael Salcedo, militante de Euskadiko Ezkerra, que se ha brindado públicamente para impartir la enseñanza de la lengua vasca a los policías, "cumpliendo así mi deber de profesor y de vascohablante". Según los propios interesados, la propuesta de Salcedo es muy de agradecer y tiene un gran valor, "pero renunciar ahora sería aceptar la ida de que queríamos ir a al euskaltegi a hacer labor policial, cuando no es cierto". Consideran, además, que "no podemos desairar al Gobierno vasco y a la mayoría de la población de Euskadi, a la que el Gobierno representa democráticamente, después de que se ha comprometido en la defensa de un derecho que consideramos elemental".

Queremos romper la barrera en torno a la policía

Los cuatro policías nacionales aseguran que su aspiración a ver garantizada la libertad de asistir a la euskaltegi se corresponde con el respeto que ellos mismos profesan a los restantes ciudadanos. "Es el respeto por el pueblo vasco y el deseo de formar parte de esta sociedad lo que nos ha empujado a aprender eusquera. En San Sebastián somos dieciséis, pero por falta de plazas sólo pudimos matricularnos cuatro. Queremos romper la barrera en torno a nosotros y, sobre todo, a nuestras familias. Desde hace años se ha avanzado mucho en el País Vasco en este sentido, pero hay una minoría que tiene miedo a reconocer que no somos monstruos y que debajo del uniforme hay seres humanos".Según Paco, Angel, Manuel y Manolo, también en la policía se ha producido una evolución. "Antes, todos querían irse de aquí a la mayor brevedad. Ahora, muchos queremos quedarnos, poder vivir fuera del cuartel, mantener relaciones normales con la gente y aprender la lengua, igual que los compañeros destinados en la frontera estudian francés, y los de Barcelona, catalán, sin problemas".

Finalmente, los cuatro agentes afirman que tienen esperanza de que pueda encontrarse una solución. "No hemos ocultado nuestra profesión; hemos ido con la verdad por delante, nos hemos comprometido a no llevar armas desde antes de que surgiera la polémica, para evitar malentendidos. Sólo queremos ir a clase como ciudadanos".

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