El proceso de los golpistas

( ... ) La sociedad española, pues, debe mantener, más que nunca, la cabeza fría en estos momentos en los que incluso ni siquiera dejarán de estar ausentes propósitos provocadores y desestabiliz adores de distinto signo. Esa sociedad puede y debe dar una muestra de una real madurez democrática, negándose a ser víctima de todo tipo de intoxicación rumorística o seudolnformativa de cualquier color y de toda siembra de pasión política. Una vez más, esta sociedad puede dar al mundo otro ejemplo de su decisión de entrar en la modernidad de modo definitivo y de valorar sin primitivismos ni pathos ar...

( ... ) La sociedad española, pues, debe mantener, más que nunca, la cabeza fría en estos momentos en los que incluso ni siquiera dejarán de estar ausentes propósitos provocadores y desestabiliz adores de distinto signo. Esa sociedad puede y debe dar una muestra de una real madurez democrática, negándose a ser víctima de todo tipo de intoxicación rumorística o seudolnformativa de cualquier color y de toda siembra de pasión política. Una vez más, esta sociedad puede dar al mundo otro ejemplo de su decisión de entrar en la modernidad de modo definitivo y de valorar sin primitivismos ni pathos artificiales un hecho como éste del procesamiento de los golpistas, permitiendo simplemente que sea el derecho el que hable y que sean los encargados de defender nuestras instituciones quienes las defiendan, tras fijár responsabilidades con los medios que la Constitución y las leyes les ofrecen. 14 de febrero