Peligra la supervivencia del mejor hotel asturiano

El hotel de la Reconquista, de cinco estrellas, perdió en el ejercicio pasado 81 millones de pesetas, de los cuales veintisiete corresponden a la explotación, y 54, al pago de intereses. Estas desorbitadas pérdidas motivaron ya algunas gestiones de directivos de la Caja de Ahorros de Asturias, su accionista mayoritario, encaminadas a la venta de este hotel ovetense, el mejor de Asturias.La construcción, realizada en 1777 por el arquitecto asturiano Pedro Antonio Menéndez, es un enorme rectángulo funcional, ordenado en torno a patios. La fachada es de piedra: tiene siete arcos y un escudo muy b...

El hotel de la Reconquista, de cinco estrellas, perdió en el ejercicio pasado 81 millones de pesetas, de los cuales veintisiete corresponden a la explotación, y 54, al pago de intereses. Estas desorbitadas pérdidas motivaron ya algunas gestiones de directivos de la Caja de Ahorros de Asturias, su accionista mayoritario, encaminadas a la venta de este hotel ovetense, el mejor de Asturias.La construcción, realizada en 1777 por el arquitecto asturiano Pedro Antonio Menéndez, es un enorme rectángulo funcional, ordenado en torno a patios. La fachada es de piedra: tiene siete arcos y un escudo muy barroco. La capilla, la parte más noble del edificio, fue proyectada por Ventura Rodríguez y evoca la del palacio de Oriente, de Madrid. Fue hasta el siglo XX el hospicio real de expósitos, fundado por Isidoro Gil de Jaz. Después de algunos años de abandono se reconstruyó para convertir el edificio en el actual hotel de la Reconquista. Las habitaciones de este hotel estuvieron ocupadas en 1981 en un 53,5%, pero, pese a este índice bajo de ocupación, las pérdidas proceden principalmente de las comidas y bebidas servidas. Por este motivo sus gestores recomiendan una reducción del personal en sesenta trabajadores, sobre la plantilla actual de 168). Con esta reestructuración, el hotel podría conseguir una explotación con beneficios, pero no llegaría a compensar el precio de dinero que paga por los préstamos, concedidos básicamente por la Caja de Ahorros, su accionista mayoritario.