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Efectos económicos de la comunicación con Gibraltar

ANTONIO GOMEZ LOPEZAunque los efectos económicos, positivos o negativos, que comportará el restablecimiento de las comunicaciones con Gibraltar no son de naturaleza comparable a las positivas expectativas políticas que deparará el inicio de las conversaciones entre España y el Reino Unido, deben tenerse muy en cuenta dichas consecuencias económicas -dice el autor- para evitar, en la medida de lo posible, sus efectos negativos.

Los principales efectos económicos positivos para España de la apertura de la verja serán la demanda de productos nacionales por gibraltareños, forzosamente limitada, pues su población es sólo de unos 30.000 habitantes, y el acceso de los trabajadores españoles al Peñón. Este, con el cierre del astillero, la prometida continuidad de los trabajadores marroquíes y la elevada participación del sector público británico y gibraltareño en la economía de la Roca, será poco relevante comparado con las necesidades de empleo de la zona.Dada la condición de territorio franco de Gibraltar, los altos gravá...

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Los principales efectos económicos positivos para España de la apertura de la verja serán la demanda de productos nacionales por gibraltareños, forzosamente limitada, pues su población es sólo de unos 30.000 habitantes, y el acceso de los trabajadores españoles al Peñón. Este, con el cierre del astillero, la prometida continuidad de los trabajadores marroquíes y la elevada participación del sector público británico y gibraltareño en la economía de la Roca, será poco relevante comparado con las necesidades de empleo de la zona.Dada la condición de territorio franco de Gibraltar, los altos gravámenes en nuestro país para la mayoría de los productos de consumo importados y nuestra elevada imposición indirecta, el Peñón se puede convertir en un enorme foco de atracción para la importación en régimen de viajeros, con una tributación muy inferior a la habitual. Asimismo se puede convertir en un foco de contrabando, impulsado por el desempleo en la zona y por la densidad de su circulación marítima.

Otros efectos negativos serán una distorsión adicional de nuestra política comercial, la atracción de posibles evasores de divisas hacia Gibraltar, dada su ausencia de control de, cambios, la dificultad de limitar la salida de divisas y pesetas por año a los españoles que visiten el Peñón y la competencia desleal hacia los comerciantes andaluces en artículos de importación.

A corto plazo, el gran beneficiario de la apertura de la verja va a ser el comercio y la economía del Peñón, que compensará los efectos negativos de la decisión británica de cerrar el astillero y disminuir sus cuantiosos gastos en el Peñón, sin grave daño para su economía. También La Línea de la Concepción se va a beneficiar de la apertura de la verja, pues se incrementará su demanda de servicios turísticos, parte de sus habitantes podrán trasladarse a trabajar a Gibraltar y proliferará, como ya lamentablemente existió en el pasado, un subempleo marginal al amparo de las diferencias económico-sociales con el Peñón.

Ceuta y MelillaA

l tener Ceuta y Melilla, territorios francos, basado su sistema económico en el comercio, sobre todo de productos importados, la apertura de la verja va a suponer un fuerte descenso en la corriente turística peninsular; a Ceuta sobre todo, dadas las ventajas similares y la mayor cercanía de Gibraltar, con un grave deterioro para sus economías, donde casi la mitad de su empleo depende del comercio, así como sus ingresos municipales. En Ceuta y Melilla, los efectos de la franquicia en la economía nacional son soportables, ya que en ellas hay el mismo control de cambios, su importación la controla la Administración central y el descenso en la recaudación fiscal que se produce por la importación en régimen de viajeros revierte en el mantenimiento de una serie de servicios y empleos en ambas ciudades, difícilmente sustituibles.

A raíz de la apertura de la verja, el tráfico marítimo de Ceuta a Algeciras disminuirá en detrimento de las líneas marítimas españolas que lo sirven. El de Gibraltar a Tánger afectará negativamente al anterior, al que une Algeciras con Tánger, al puerto de Algeciras y a la capacidad negociadora de España frente a Marruecos, al diversificar este país las vías de acceso de sus ciudadanos a Europa.

Posibles soluciones

De optar por el levantamiento total de las restricciones, se debería exigir pasaporte y cumplir con rigor la Convención de Nueva York para la importación en régimen de viajeros, que exige una estancia mínima de veinticuatro horas en Gibraltar, aunque esta restricción pueda ser, sin embargo, poco operativa en época de máxima afluencia de viajeros .

Además de represión del fraude fiscal por tierra y mar debería extremarse mientras subsistan unas diferencias fiscales y arancelarias elevadas entre la Península y Gibraltar, es decir, hasta que España tenga acceso a la CEE e incluso hasta que Gibraltar entre en la Unión Aduanera de la CEE, y adopte el IVA, hechos que España debería propiciar. Asimismo, se debería poner especial énfasis en que se adelanten a nuestro país, en dicho territorio, los mismos derechos laborales y de establecimiento que tienen los ciudadanos de la CEE. Del mismo modo se debería defender teniendo en cuenta nuestra posición estratégica, la participación española en el tráfico marítimo a través del Estrecho.

A la vez deben adoptarse otras medidas muy necesarias. De una parte, un plan de ayuda a La Línea y pueblos próximos, que ya está en marcha, para que sus economías sean menos dependientes del paraíso fiscal gibraltareño. De otra, como la gran dañada por la apertura de la verja, va a ser Ceuta; el Gobierno, por solidaridad, debe impulsar la creación de empleo estable en dicha ciudad que la compense de los muchos puestos de trabajo que puede perder a raíz de dicha apertura.

Antonio Gómez López es economista.

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