MURCIA

La muerte de una niña por atropello enfrenta a dos concejales

La muerte de una niña de siete años, como consecuencia del atropello que sufrió el pasado martes por un autobús urbano en la Gran Vía de Murcia, ha motivado un duro enfrentamiento entre el portavoz centrista en el ayuntamiento murciano, Adrián Angel Viudes, y el concejal del PCE, José Luis López Mesas, tras una reunión de la permanente municipal.Al parecer, López Mesas pronunció una frase que le pareció insultante al portavoz centrista, por lo que Viudes llegó a zarandearlo. Minutos antes, en la reunión de la permanente, Viudes había pedido la dimisión del concejal comunista ausente, Pedro Ant...

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La muerte de una niña de siete años, como consecuencia del atropello que sufrió el pasado martes por un autobús urbano en la Gran Vía de Murcia, ha motivado un duro enfrentamiento entre el portavoz centrista en el ayuntamiento murciano, Adrián Angel Viudes, y el concejal del PCE, José Luis López Mesas, tras una reunión de la permanente municipal.Al parecer, López Mesas pronunció una frase que le pareció insultante al portavoz centrista, por lo que Viudes llegó a zarandearlo. Minutos antes, en la reunión de la permanente, Viudes había pedido la dimisión del concejal comunista ausente, Pedro Antonio Ríos, al que acusó de responsable directo de "la medida aberrante de imponer la circulación única en la Gran Vía". El concejal de UCD relacionó el cambio de dirección de esa calle con el atropello y muerte de la niña Eulalia Martínez Martínez.

Como consecuencia de los enfrentamientos verbales y casi físicos ocurridos entre representantes de UCD y del PCE, los primeros abandonaron la reunión de la permanente municipal, solicitando, no obstante, la celebración de un pleno extraordinario para debatir una posible reorganización del tráfico urbano. Los centristas tampoco acudieron al pleno municipal que se celebraba esa misma tarde, aduciendo que no habían sido avisados.

La reorganización del tráfico rodado de Murcia, en vigor desde primeros de septiembre del año pasado, cerró a la circulación varias calles del centro urbano, que se convirtieron en peatonales, e impuso la circulación en un solo sentido en la principal arteria, con excepción de un carril bus de dirección contraria a la del resto de esta vía. Esta última medida ha levantado gran polémica entre los grupos políticos con representación municipal.

La señalización confusa que existe en el lugar donde ocurrió el accidente, confluencia de la calle Jaime el Conquistador con la Gran Vía, ha contribuído, según diversas opiniones, a que se produzca el accidente.

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