Proyecto para mejorar la comunicación por ferrocarril entre León y Asturias
La primera gran obra del Plan General de Ferrocarriles se iniciará a finales del próximo verano con la llamada variante de Pajares en el límite de las provincias de León y Asturias que, con una inversión de 40.000 millones de pesetas, replanteará totalmente las comunicaciones entre la meseta y la cornisa cantábrica, según manifestó ayer en León el nuevo director de la zona noroeste de Renfe, José Antonio Magdalena.
La longitud del nuevo trazado de ferrocarril, entre las localidades de Villamanín (León) y Campomanes (Asturias) oscilará entre 45 y 65 kilómetros, en función de las opciones...
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La primera gran obra del Plan General de Ferrocarriles se iniciará a finales del próximo verano con la llamada variante de Pajares en el límite de las provincias de León y Asturias que, con una inversión de 40.000 millones de pesetas, replanteará totalmente las comunicaciones entre la meseta y la cornisa cantábrica, según manifestó ayer en León el nuevo director de la zona noroeste de Renfe, José Antonio Magdalena.
La longitud del nuevo trazado de ferrocarril, entre las localidades de Villamanín (León) y Campomanes (Asturias) oscilará entre 45 y 65 kilómetros, en función de las opciones que resulten finalmente elegidas del medio centenar que se barajan. actualmente. Estas deberán quedar reducidas a sólo cinco, para que las obras puedan comenzar, siguiendo criterios de rentabilidad, estratégicos y ecológicos, en los meses de agosto o septiembre. Según las mismas fuentes, las obras tendrán un plazo de ejecución no superior a cuatro años, para que la línea pueda entrar en funcionamiento antes de 1987, fecha en la que la actual red de comunicaciones ferroviarias entre León y Asturias quedará congestionada por el creciente tráfico de mercancías (20% del total nacional). Para el quinquenio 1985-90, Renfe tendrá que hacer frente a un transporte adicional anual de unos 13 millones de toneladas de carbón.