Viajes a Africa

Leo en esta sección la carta titulada "Viajar por Africa", firmada por la señorita Sánchez Arnosi, y no tengo por menos que ponerme a escribir estas líneas.Siguiendo la nomenclatura dada por alguien, yo realicé la Transáfrica I (Madrid-Nairobi) y ella la Transáfrica II (viceversa).

Anteriormente a mi viaje no conocía, más que por referencias, ni a Lorenzo ni al muchacho Carlos, y ahora, después de cuatro meses de penas y alegrías a través del continente africano, entran dentro de mi consideración de amigos y compañeros. No quiero entablar discusión con Milagros, ya que ella hizo ...

Leo en esta sección la carta titulada "Viajar por Africa", firmada por la señorita Sánchez Arnosi, y no tengo por menos que ponerme a escribir estas líneas.Siguiendo la nomenclatura dada por alguien, yo realicé la Transáfrica I (Madrid-Nairobi) y ella la Transáfrica II (viceversa).

Anteriormente a mi viaje no conocía, más que por referencias, ni a Lorenzo ni al muchacho Carlos, y ahora, después de cuatro meses de penas y alegrías a través del continente africano, entran dentro de mi consideración de amigos y compañeros. No quiero entablar discusión con Milagros, ya que ella hizo su viaje y yo el mío, para ella fue un desencanto rotundo, y para mí, una experiencia muy agradable e inolvidable; aunque tengo que especificar que en el primero íbamos veintiséis y en el segundo fueron nueve, y está muy claro que entre tantos es mucho más fácil limar las asperezas lógicas que salen a relucir durante este largo tiempo de convivencia íntima.

En lo que sí disiento con Milagros es en el tratamiento de incompetente dado a Carlos Santos. Dos viajes a India, trece meses en Africa con un tractor, un Madrid-Nairobi (hoy ya ha hecho la vuelta, y está realizando un Madrid-Lagos), siempre por tierra y con grupos de personas, avalan a este pionero de los viajes-aventura en este país; además he de resaltar, ya que posteriormente hablé con alguno de los integrantes del viaje en el que fue Milagros, el esfuerzo realizado por Carlos, solo, sin ayuda del grupo y en unas condiciones de relación humana muy desagradables, para llevar a buen término un viaje de cerca de 15.000 kilómetros por pistas en desastroso estado, a través de selva y desierto./