Vicisitudes de un viaje
Aunque los rumores sobre un viaje del Papa a España empezaron prácticamente desde que Juan Pablo II fue elegido en 1978, hasta diciembre de 1979 no se confirmó tal viaje de manera oficiosa por parte del cardenal Vicente Enrique y Tarancón, quien declaró que el Papa se encontraba dispuesto a venir a España en octubre de 1981, con motivo de los actos conmemorativos del centenario de Teresa de Avila.Además de una oferta por parte de la conferencia episcopal del país en cuestión, el Vaticano exige también en estos casos el requerimiento de una invitación formal del Jefe del Estado correspondiente,...
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Aunque los rumores sobre un viaje del Papa a España empezaron prácticamente desde que Juan Pablo II fue elegido en 1978, hasta diciembre de 1979 no se confirmó tal viaje de manera oficiosa por parte del cardenal Vicente Enrique y Tarancón, quien declaró que el Papa se encontraba dispuesto a venir a España en octubre de 1981, con motivo de los actos conmemorativos del centenario de Teresa de Avila.Además de una oferta por parte de la conferencia episcopal del país en cuestión, el Vaticano exige también en estos casos el requerimiento de una invitación formal del Jefe del Estado correspondiente, invitación que el rey Juan Carlos cursó a Juan Pablo II en julio de 1980.
En un primer momento, se pensó que el Papa Juan Pablo II visitara, además de Madrid y Barcelona, las ciudades de Santiago de Compostela, Zaragoza, Toledo y Avila, por sus especiales connotaciones religiosas.
Más adelante, y debido al deseo expresamente manifestado por el Papa de visitar el País Vasco, deseo no muy bien visto por el Gobierno español, el itinerario varió para incluir Covadonga, Loyola y Javier.
Cuando todos los preparativos estaban en marcha se produjo, en mayo de 1981, el atentado en la plaza de San Pedro.
Dos meses después, como respuesta a una consulta de los obispos españoles a la Secretaría de Estado del Vaticano, ésta respondió descartando el viaje para las fechas previstas, ante la eventualidad de una recuperación lenta del Papa.