Cartas al director

Réplica a la Asociación de Amigos de Valencia

Es muy satisfactorio que la Asociación de Amigos de Valencia, firmante de una carta aparecida el pasado día 9 -¿Dónde radica? ¿en Madrid?, ¿en Valencia?-, tome acuerdos, aunque sean por unanimidad, porque eso quiere decir que los somete previamente a votación. El ejercicio de la democracia siempre es sano. Aunque se practique en asociaciones donde la unanimidad es habitual y consuetudinaria.Más satisfactorio es, si cabe, que lean EL PAIS -aun en el caso de que lo lean con retraso, es decir, después que alguien les haya señalado la información que no les gusta o no les parece correcta- y además...

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Es muy satisfactorio que la Asociación de Amigos de Valencia, firmante de una carta aparecida el pasado día 9 -¿Dónde radica? ¿en Madrid?, ¿en Valencia?-, tome acuerdos, aunque sean por unanimidad, porque eso quiere decir que los somete previamente a votación. El ejercicio de la democracia siempre es sano. Aunque se practique en asociaciones donde la unanimidad es habitual y consuetudinaria.Más satisfactorio es, si cabe, que lean EL PAIS -aun en el caso de que lo lean con retraso, es decir, después que alguien les haya señalado la información que no les gusta o no les parece correcta- y además lo elogien. ¡Es tan diferente de los periódicos que suelen leer los amigos que le han salido a Valencia en Madrid, supongo! Porque en Valencia, ¿qué necesidad habría de que fueran amigos de sí mismos? Podría parecer vanidad.

Ahora bien, lo que ya no está tan claro es que se quejen de un cálculo que a mucha gente le pareció más bien generoso. Porque, ¿qué cálculo consideran más ajustado a la realidad? En medio millón, nada menos, cifraba algún periódico local la cantidad de asistentes, lo que indujo a que un lector haya escrito en Cartas al Director que se trata de la manifestación más grande "de Europa" -nada menos- en los últimos años.

Veamos. La comarca de I'Horta, es decir, la ciudad de Valencia y los treinta y tantos pueblos de su área metropolitana, apenas si rebasan el millón de habitantes. Si medio millón asistieron a la manifestación que refieren en su carta los Amigos de Valencia, tuvieron que hacerla todos menos los ancianos, los niños de pecho y los que se lo impedían las obligaciones laborales. Todos, incluyendo los que estaban en contra de lo que la manifestación pedía. ¿No parecen demasiados? Tantos valencianos, ¿cómo se pueden concentrar en la estación del Norte, que está en el centro de la ciudad, y desfilar por la calle Colón hasta el Parterre? No caben. Necesitarían prácticamente toda la antigua ronda de Circunvalación. Toda, sin excepción. Muchos manifestantes para que quepan en otra parte que no sea la imaginación de los 10.000, más o menos, que asistieron. Son los que caben en el itinerario recorrido y aún puede que, de ser tantos, tuvieran que apretarse. Y no iban apretados, precisamente.

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Creo que su corresponsal fue tan realista como cuando pocos días después cifró en 2.000 a 2.500 los asistentes a la manifestación contra la OTAN. No había más. Esa es la verdad. Lo que pasa es que el entusiasmo tiene poco que ver con la realidad. Y ya se verá en las próximas elecciones -que es lo que cuenta-, como se vio en las anteriores, que las posiciones de los manifestantes a los que se refieren los amigos de Valencía no llegan a levantar más allá de algún concejal en el Ayuntamiento. Poca cosa para tanta manifestación./

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