Los caballos brasileños se vendieron en más de 22 millones
Más de veintidós millones de pesetas se gastaron los propietarios que compraron los 34 caballos subastados, el pasado fin de semana, por la Asociación de Propietarios y Criadores de Sao Paulo.Martín Berrocal, que quiere contar con una buena cuadra para el aíYo próximo, adquirió cuatro ejemplares, por los que pagó cuatro millones de pesetas. Uno de ellos, Ugarte, fue el que se pagó más caro: costó 1.550.000 pesetas.
La subasta de caballos brasileños, la primera que se organiza en nuestro país, ha sido la venta más importante de las que se han efectuado este año.
Todos los p...
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Más de veintidós millones de pesetas se gastaron los propietarios que compraron los 34 caballos subastados, el pasado fin de semana, por la Asociación de Propietarios y Criadores de Sao Paulo.Martín Berrocal, que quiere contar con una buena cuadra para el aíYo próximo, adquirió cuatro ejemplares, por los que pagó cuatro millones de pesetas. Uno de ellos, Ugarte, fue el que se pagó más caro: costó 1.550.000 pesetas.
La subasta de caballos brasileños, la primera que se organiza en nuestro país, ha sido la venta más importante de las que se han efectuado este año.
Todos los productos se vendieron y además se pagaron cifras muy altas, y en algunos casos desorbitadas.
Se esperaba gran afluencia de compradores en La Zarzuela para los caballos de São Paulo, pero no se suponía que se vendieran todos los que se presentaban, porque en el hipódromo nadie quiere invertir mucho dinero y porque los caballos brasileños nunca han corrido en España.
Las facilidades dadas por la organización facilitaron la adquisición de los productos.
Los caballos se podían pagar a plazos, el 20% en mano y el 80% en plazos de seis meses.
Los preparadores se llevaron el 5% de sus compras.
Si los propietarios preferían pagar en el acto, había importantes descuentos.
Desembolsar veintidós millones de pesetas por 34 caballos es muy arriesgado, si se tiene en cuenta que nunca han corrido caballos brasileños en los hipódromos españoles, que en Brasil las pruebas son casi todas para velocistas y que el clima es muy distinto.
Algunos de los productos no presentaban buen aspecto: una yegua parecía tener problemas con una cadera y un potro tenía un golpe en una mano.
Los organizadores se disculparon argumentando que se habían lesionado en un camión de transporte.
Martín Berrocal fue el que más dinero invirtió, seguido por la asociación Exdisa, de la que es cabeza visible Luis Urbano. Exdisa compró cinco caballos por los que pagó 2.375.000 pesetas.
Dew fue el más barato: se vendió sólo por 300.000 pesetas, precio inicial, y fue comprado por Juan Jesús Ceca para la cuadra Monteclaro.