Tribuna:

La nena

Rodríguez Sahagún ha montado en Casa Maxi, Los camioneros, Puerta de Toledo, su presidencia de la cosa, y desde allí, a mediodía, entre periodistas y policías, mientras las merluzas le merodean en torno, de frescas que están, lanza su Operación rescate de la nena, o sea la tele, que vale mucho, más altavoces y portavoces y fuentes-generalmente-bien-informadas de Efe, que le propicia Ansón, en tanto echa de comer a Vizcaíno Casas y Miss España, esa bobita, por distraer la atención del personal hacia otro sitio. Se quedan con la Nena.A la nena, lo que se dice l...

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Rodríguez Sahagún ha montado en Casa Maxi, Los camioneros, Puerta de Toledo, su presidencia de la cosa, y desde allí, a mediodía, entre periodistas y policías, mientras las merluzas le merodean en torno, de frescas que están, lanza su Operación rescate de la nena, o sea la tele, que vale mucho, más altavoces y portavoces y fuentes-generalmente-bien-informadas de Efe, que le propicia Ansón, en tanto echa de comer a Vizcaíno Casas y Miss España, esa bobita, por distraer la atención del personal hacia otro sitio. Se quedan con la Nena.A la nena, lo que se dice la nena, o sea la Maura, me la llevé yo a Barcelona, y allí largó cantidad, o sea sobre la falta de independencia del medio (es como lo llaman ellos), que he sacado yo la conclusión, entrescuchándola mientras se peinaba, de que lo que ejerce la ucedé en TVE, a diario, es censura de pasillos, «no me saques más rojos, coño, por el invento, que todo el día me estás sacando rojos », y cosas así. Pero como hay unas elecciones generales o idus de marzo (siempre es marzo cuando quiere ucedé) a la vista, han pasado de la guerra de guerrillas de los pasillos y el crespo Rodríguez Sahagún, en Casa Maxi, ha puesto a Castedo lo que se dice a parir, que las merluzas se volvían a Mercamadrid (aún no existe) por no oír tales cosas, pues al fin son señoritas (y caras). Se darán televisiones privadas en la medida en que supongan otras tantas estaciones repetidoras de la filosofía ucedé, que el crespo Rodríguez Sahagún llama modelo de sociedad, pero que a mí no me parece una sociedad modelo.

No es sólo que no se haya podido reciclar estamentos armados para reajustarlos democráticamente a esta democracia, evitando así que el personal traicione por un sueldo sus orígenes franquistas: es que ni siquiera se ha podido reciclar a la inerme burocracia ministerial para que vaya un poco más de prisa. En seguida, el franquismo sociológico se pone levantisco, se encampana y dice que esto es una purga soviética. TVE, que no es si no el Ministerio de la Imagen, es un sitio putrefacto de funcionariado camastrón y profesionales rancios que siguen practicando la estética del Nodo. Pero eso no hay que moverlo, por que en este país los escalafones son intangibles como castas (cuando hasta las,genealogías heráldica están en un grito por si la casa de Alba se queda con todas).

Los aristogatos de Prado del Rey, como el viejo funcionariado ministerial, son intangibles porque el Poder quiere, pues el Poder siempre es conservador y sabe que así puede contar siempre con la conservadora clase media. Toda la revolución cultural de Prado del Rey se ha sintetizado en un hombre y dos mujeres: al hombre, Gabilondo, ya se lo pasaron por el esmeril. Una de las mujeres, la admirable Victoria.Prego, se quiere ir a la radio, ella sabrá por qué, y la otra, Carmen Maura, o sea la nena, es el rehén que UCD/TVE quisiera conservar como imagen nueva, natural, lozana y cotidiana de España. Porque ocurre en la tele, como en todo, que el Poder no sólo no inventa nada, sino que saquea, aprovecha y exhibe los inventos democráticos de la gente, de la calle, de la vida, y ahora quieren que la nena sea La Nena/TVE, que el Partido/ Gobierno/ Partido tenga, mejor que la imagen crespa de Sahagún, los ojos listos, la sonrisa buena y la ironía vecinal de Carmen Maura. El señor Tola, que tuvo el acierto de llamarla, ha tenido el desacierto testicular de no irse a tiempo.

Unamuno, Machado, Mariana Pineda, Valle-Inclán, Manuela Malasaña, Lorca, Miguel Hernández, Concepción Arenal y Carmen Maura son hombres y mujeres que el integrismo toma al progresismo, porque al integrismo es que no se le ocurre nada. Les lavan, les peinan, les despiojan de heterodoxia y ale, a funcionar. Por la Puerta de Toledo anda un comando que quiere secuestrar a la Nena.

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