El autor del libro "Martín Villa", juzgado por apología del terrorismo, desacato, injurias y calumnia

El periodista barcelonés Manuel Durán fue juzgado ayer en la Audiencia Nacional, en Madrid, acusado de apología del terrorismo, desacato, injurias y calumnias, por su libro Martín Villa. El autor procesado, para quien el fiscal pide tres meses de arresto y 100.000 pesetas de multa, y el acusador particular cuatro años de cárcel y una multa de 600.000 pesetas, aseguró en sus declaraciones que su interés al escribir sobre la vida de una persona pública fue exclusivamente periodístico.

Rodolfo Martín Villa, actual ministro de Administración Territorial, y su hermano Emilio, comparecieron a...

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El periodista barcelonés Manuel Durán fue juzgado ayer en la Audiencia Nacional, en Madrid, acusado de apología del terrorismo, desacato, injurias y calumnias, por su libro Martín Villa. El autor procesado, para quien el fiscal pide tres meses de arresto y 100.000 pesetas de multa, y el acusador particular cuatro años de cárcel y una multa de 600.000 pesetas, aseguró en sus declaraciones que su interés al escribir sobre la vida de una persona pública fue exclusivamente periodístico.

Rodolfo Martín Villa, actual ministro de Administración Territorial, y su hermano Emilio, comparecieron ante el tribunal como testigos, ya que fueron los Martín Villa quienes se querellaron contra Manuel Durán por entender que en su libro ponía en entredicho la honorabilidad de la familia. «Pero no se trata de una querella por motivos políticos», declararon a Europa Press fuentes allegadas a la familia del ex ministro del Interior.El ministro sostuvo que la biografía escrita por Durán -que fue publicada en 1979 por la editorial Hórdago, de San Sebastián- «es tendenciosa y falaz». Se mostró molesto por la acusación de estraperlista que en el libro se le hace a su padre, «cuando en realidad era un modesto factor ferroviario en Santa María del Páramo (León)». Martín Villa contradijo también otra afirmación de la biografía, según la cual se había enriquecido durante su mandato como ministro, y dijo que no conoció al ex jefe de la Brigada Central de Información, Conesa, y al ex director general de la Policía hasta que fueron nombrados para estos cargos.

Emilio Martín Villa negó, por su parte, que se hubiera beneficiado en la venta de un solar del colegio de los Agustinos, operación en la que -dijo- «actué de mediador de la inmobiliaria Delta sin cobrar nada».

El periodista procesado alegó que no tuvo ánimo injurioso al realizar su trabajo, «basado en testimonios documentales y personales de gentes allegadas a la familia Martín Villa». Su abogado defensor, Marc Almés, consideró que la instrucción del sumario ha tenido importantes defectos de forma, por no haber quedado expresados desde el principio los indicios de criminalidad por los que iba a seguirse el proceso. Respecto a la apología del terrorismo, el abogado manifestó que el autor del libro se basa en citas textuales de comentarios y valoraciones hechas por el propio ministro sobre sucesos conflictivos.

El fiscal y el acusador particular elevaron a definitivas sus conclusiones provisionales sobre Manuel Durán. El segundo, José María Stampa, dijo que la biografía en cuestión «es un auténtico libelo, que vierte expresiones que atentan contra el honor de una familia honrada».

Por otra parte, varios profesionales de la información han hecho llegar al ministro de Justicia, Pío Cabanillas, un escrito, respaldado por la firma de unas 350 personas del mundo de la cultura, en el que califican de «atentado contra la libertad de expresión» el procesamiento contra el citado periodista barcelonés.

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