Rugby

Atentado contra los anfitriones de los Springboks

Una bomba hizo explosión ayer por la mañana en los locales de la Eastern Rugby Union, en Schnectady, Estado de Nueva York, cuya selección jugó por la noche, a escondidas, contra el equipo surafricano Springboks. El atentado, que no causó víctimas, no fue todavía reivindicado por ningún grupo, aunque sí fue realizado como protesta por la gira de los Springboks, de Suráfrica, cuya política de apartheid es motivo de constantes manifestaciones en contra.Los Springboks, tras la gira que realizaron por Nueva Zelanda, habían adquirido tres compromisos en Estados Unidos. El primer partido lo ju...

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Una bomba hizo explosión ayer por la mañana en los locales de la Eastern Rugby Union, en Schnectady, Estado de Nueva York, cuya selección jugó por la noche, a escondidas, contra el equipo surafricano Springboks. El atentado, que no causó víctimas, no fue todavía reivindicado por ningún grupo, aunque sí fue realizado como protesta por la gira de los Springboks, de Suráfrica, cuya política de apartheid es motivo de constantes manifestaciones en contra.Los Springboks, tras la gira que realizaron por Nueva Zelanda, habían adquirido tres compromisos en Estados Unidos. El primer partido lo jugaron -y ganaron fácilmente- el pasado sábado en una pequeña ciudad de Wisconsin, y hasta último momento permaneció en secreto el lugar de la confrontación para evitar alteraciones de orden público. El segundo se disputó ayer en Albany -el resultado no se conocía a la hora del cierre por la diferencia horaria-, después de haber sido prohibido por el gobernador del Estado de Nueva York, Hugh Carey, por el peligro inminente de que se produjeran graves manifestaciones, dicha decisión, sin embargo, fue revocada el lunes por un juez federal, Howard Munson. Este entendió que el gobernador del Estado se había extralimitado en sus poderes y autorizó el partido.

El alcalde de Albany, Erastus Corning, aprobó la decisión del juez federal «porque los jugadores tienen derecho a enfrentarse entre sí». William Broomfield, miembro de la Comisión de Asuntos Extranjeros en la Cámara de Representantes, que solicitó la anulación de la gira de los Springboks, manifestó que es lógico permitir los acontecimientos deportivos, pero no que la política internacional se mezcle en el deporte.

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