Encontrado el cadáver de una anciana, parcialmente mutilado por un perro

El cadáver parcialmente mutilado de una anciana, de 66 años de edad, fue descubierto en la mañana del pasado viernes por la policía madrileña en una chabola de la calle de Juan Portas.La víctima, Carmen Monje Fernández, vivía solamente en compañía de un perro que, según una nota oficial, pudiera ser el causante de las mutilaciones que presentaba su dueña en la mano izquierda y en la cara. No obstante, las causas del fallecimiento parecen ser naturales, aunque aún no se ha realizado la autopsia.

Al parecer, la anciana llevaba muerta unas doce horas en el momento en que fue encontrado el ...

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El cadáver parcialmente mutilado de una anciana, de 66 años de edad, fue descubierto en la mañana del pasado viernes por la policía madrileña en una chabola de la calle de Juan Portas.La víctima, Carmen Monje Fernández, vivía solamente en compañía de un perro que, según una nota oficial, pudiera ser el causante de las mutilaciones que presentaba su dueña en la mano izquierda y en la cara. No obstante, las causas del fallecimiento parecen ser naturales, aunque aún no se ha realizado la autopsia.

Al parecer, la anciana llevaba muerta unas doce horas en el momento en que fue encontrado el cadáver. La chabola que habitaba era un antiguo retrete de patio de vecindad, cuya capacidad total no alcanza tan siquiera los cinco metros cuadrados.

El lugar no contaba con las mínimas condiciones exigibles de habitabilidad por el escaso espacio de que se compone y la suciedad general que podía apreciarse en la casa. En su interior se encontraron todo tipo de desperdicios de comida, cartones, papeles y gran cantidad de trapos viejos.

La víctima era, según confirmaron fuentes policiales, una viuda que, al parecer, se sustentaba con la venta de chatarra y su posible mendicidad, aunque gozaba del respeto y cariño de la mayoría de sus convecinos.

La entrada a la vivienda estaba custodiada por el perro, posible autor de las heridas que se apreciaban en el cuerpo de su dueña, que imposibilitó a la policía entrar en la casa en un primer momento, hasta que las fuerzas de seguridad pudieron hacer frente con eficacia al animal y consiguieron espantarlo de las inmediaciones de la vivienda.

El cadáver, tras ser levantado por el juez que instruye el caso, fue trasladado al depósito anatómico forense de Madrid para proceder a su autopsia y, de esta forma, poder determinar las causas reales de la muerte de Carmen Monje.

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