Tribuna:

Carta a un compañero militar / 1

Mi querido amigo: perdona que me dirija a ti por este medio tan poco usual entre nosotros como es una carta abierta, pero te aseguro que no he encontrado una forma mejor de comunicarme contigo, y te ruego, aunque no estés de acuerdo con el procedimiento, que hagas el pequeño esfuerzo de reflexionar sobre alguna de las cuestiones que te voy a plantear. Ten en cuenta, además, que no es justo que guardemos nuestras ideas en la esfera estrictamente militar, ya que la historia de España nos enseña que muchas veces nuestras acciones u omisiones han tenido una gran repercusión sobre el resto de la so...

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Mi querido amigo: perdona que me dirija a ti por este medio tan poco usual entre nosotros como es una carta abierta, pero te aseguro que no he encontrado una forma mejor de comunicarme contigo, y te ruego, aunque no estés de acuerdo con el procedimiento, que hagas el pequeño esfuerzo de reflexionar sobre alguna de las cuestiones que te voy a plantear. Ten en cuenta, además, que no es justo que guardemos nuestras ideas en la esfera estrictamente militar, ya que la historia de España nos enseña que muchas veces nuestras acciones u omisiones han tenido una gran repercusión sobre el resto de la sociedad y es normal que a sus miembros les interese estar al tanto de nuestras actitudes. Personalmente prefiero dar público testimonio de mis ideas que andar, de cenáculo en salón y de tertulia en conversación de café, pontificando sobre las soluciones políticas y militares que demanda en estos momentos cruciales nuestra Patria. Permíteme que maneje como hipótesis previa la de nuestro acuerdo básico en los problemas que aquejan a España, que podrían ser, sin darle excesiva importancia al orden en que los cito, el desprecio del derecho a la vida por parte de ciertos grupos terroristas, así como los secuestros, extorsiones, violencias y chantajes que practican; el desequilibrio entre los deseos de autonomía de las nacionalidades y regiones españolas y la necesaria afirmación del respeto a la tradición y al futuro de una Patria común; la insuficiente compensación entre el ansia de que se aumenten, nuestros derechos con un no demasiado claro compromiso de cumplir nuestros deberes ciudadanos; la crisis económica, con sus secuelas de paro y pérdida del nivel de bienestar individual y colectivo; la inseguridad ciudadana, fruto en gran medida de alguno de los problemas anteriormente planteados y la carencia de una voluntad política firme en el Planteamiento y ejecución de la reforma de la Administración, incluida la militar.

Estoy seguro de que hasta aquí no tendremos demasiados puntos de discrepancia y de que ambos estamos deseosos de aportar soluciones. Creo que compartirás conmigo la conveniencia de que nuestra preocupación la manifestemos, siguiendo lo que es norma y tradición en la milicia, por el conducto reglamentario con el objeto de que dicha información pueda llegar a los más altos escalones de mando. Como

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Carta a un compañero militar

es capitán de Ingenieros.

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