Tres años de problemas administrativos

La concesión de la licencia a la sociedad Gran Madrid, SA, para la construcción de un gran complejo de juego en la provincia, originó la imposición de un recurso por parte de otra de las sociedades participantes en el concurso de adjudicación, la propietaria del hotel Felipe II de San Lorenzo de El Escorial, Urbial, SA. Más de dos años después de la concesión Y tras la anulación de la misma por el Ministerio del Interior en base a unas supuestas irregularidades producidas en torno a un cambio de algunos socios accionistas, el 26 de mayo de 1980 la Audiencia Nacional dictó sentencia favorable a...

La concesión de la licencia a la sociedad Gran Madrid, SA, para la construcción de un gran complejo de juego en la provincia, originó la imposición de un recurso por parte de otra de las sociedades participantes en el concurso de adjudicación, la propietaria del hotel Felipe II de San Lorenzo de El Escorial, Urbial, SA. Más de dos años después de la concesión Y tras la anulación de la misma por el Ministerio del Interior en base a unas supuestas irregularidades producidas en torno a un cambio de algunos socios accionistas, el 26 de mayo de 1980 la Audiencia Nacional dictó sentencia favorable a la primera empresa concesionaria.A partir de ese momento, la sociedad adjudicataria hubo de realizar una serie de acciones encaminadas, por una parte, a reformar el proyecto inicial que pretendía ampliar y, por otra, a lograr la recalificación como urbanizables de los terrenos de que disponía en el momento de la concesión, ya que mientras estuvo suspendida ésta el Ayuntamiento de Torrelodones había cambiado su calificación. Tras ello, la sociedad intentó la puesta en marcha de unas instalaciones provisionales. Finalmente, renunció a esta posibilidad, ante lo complejo y caro de la operación.

Su situación, a veintiocho kilómetros de una ciudad con cuatro millones de habitantes, hace del casino en construcción una de las casas de juego con más posibilidades de éxito de las existentes en España, teniendo en cuenta que estos kilómetros de separación son de autopista. Además, este es el único complejo de juegos que existe en el centro de la Península, y el casino más cercano a éste se encuentra al menos a cuatrocientos kilómetros de distancia. Su radio de acción abarcará prácticamente toda la meseta, una de las zonas de España con más turismo de calidad.

Según los promotores del casino, sus actividades atraerán al complejo al menos al 4% de las personas que en la actualidad acuden a otro tipo de casas de juego, principalmente las salas de bingo, lo que representara una asistencia media diaria de más de mil personas, cifra que supera bastante a la del resto de las instalaciones similares existentes en el resto del país.