La Dirección General de Aduanas investiga el contrabando de drogas entre Malabo y Madrid

La Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda es el organismo oficial que investiga desde hace unos dos meses el tráfico de grifa entre la capital de Guinea Ecuatorial (Malabo) y Madrid, detectado recientemente en la base militar de Getafe, según pudo confirmar ayer EL PAIS en fuentes de toda solvencia.El secretario de Estado para la Información de Guinea, Severo Moto, informó ayer a este periódico que su Gobierno ha abierto una investigación para establecer si efectivamente algún miembro de la Embajada de Guinea en Madrid pudiera estar implicado en la operación del contrabando....

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La Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda es el organismo oficial que investiga desde hace unos dos meses el tráfico de grifa entre la capital de Guinea Ecuatorial (Malabo) y Madrid, detectado recientemente en la base militar de Getafe, según pudo confirmar ayer EL PAIS en fuentes de toda solvencia.El secretario de Estado para la Información de Guinea, Severo Moto, informó ayer a este periódico que su Gobierno ha abierto una investigación para establecer si efectivamente algún miembro de la Embajada de Guinea en Madrid pudiera estar implicado en la operación del contrabando.

El tráfico de la grifa, o banga, como se denomina en Guinea a esta variante del cannabis, fue detectado por los servicios de inspección del Ejército del Aire español hace algún tiempo, cuando en la aduana de la base de Getafe, bajo jurisdicción militar, se le ocupó a la esposa del embajador de la antigua colonia española, Julia Andeme de Evuna, una bolsa de mano que contenía dicha droga. La mujer del diplomático viajaba a bordo de un avión Hércules del Ejército español.Desde el derrocamiento del fusilado presidente de Guinea Ecuatorial, Francisco Macías, y la instalación en Malabo del nuevo régimen del presidente Teodoro Obiang, el Gobierno español estableció lo que en términos militares se denomina una estafeta. Consiste en la puesta en marcha de un servicio de vuelos entre las capitales de los dos países a cargo de los aviones Hércules españoles. Especialmente hasta que la compañía Iberia creó una línea aérea regular entre Malabo y Madrid. Estos aviones, que eran dispuestos por el Ministerio de Defensa, siempre a propuesta de funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, se limitaban a hacer de correo o enlace entre ambos países y a trasladar a personas y cargamentos de material, dentro del programa de cooperación establecido entre los Gobiernos español y guineano. En ocasiones, y aprovechando la tolerancia de las autoridades españolas, se permitió el traslado de personas y carga en los vuelos de regreso desde Malabo. En uno de éstos fue donde se detectó el citado cargamento de la grifa que fue interceptado por las autoridades de la aduana de la base militar de Getafe.

La aduana militar de la base de Getafe tiene un funcionamiento similar al de las aduanas civiles, aunque, según informó una fuente militar, es más estricto. No obstante, cuando se realizan vuelos oficiales solicitados por Exteriores, la carga que llega a la base no pasa por la citada aduana por ser cargamento oficial (valijas diplomáticas, etcétera), sino que los funcionarios se limitan a declarar verbalmente el contenido, el cual es retirado luego en coches oficiales.

La policía no investiga el caso

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La droga, como cualquier otro objeto de contrabando que se detecte en Getafe, es decomisado y puesto el caso en conocimiento de las autoridades de la Dirección General de Aduanas, las cuales son las que llevan directamente el caso. Esto explica por qué las autoridades policiales españolas ignoraban por completo el caso (véase EL PAIS de ayer) e incluso el que tampoco sea conocido por la Guardia Civil. No obstante, por tratarse de droga, existe una responsabilidad penal derivada, y las sanciones a que pudiera dar lugar el hecho no son simplemente administrativas.

El secretario de Estado para la Información de Guinea, Severo Moto, declaró ayer a EL PAIS que el Gobierno de su país ha iniciado una investigación para establecer la identidad de los posibles responsables y averiguar si efectivamente podrían estar implicados miembros de la delegación diplomática guineana en Madrid, entre ellos la esposa del embajador. Severo Moto manifestó que el tráfico de esta droga en Guinea era y estaba perseguido por la justicia. «Creo que en España también es Ilegal, por lo que estaremos de acuerdo con las medidas que adopten las autoridades españolas con respecto al caso», dijo.

Severo Moto insistió en que la persona que apareció fotografiada en la primera página de este periódico el pasado viernes no era en realidad la esposa del embajador en Madrid, sino la del cónsul, Antonio Ebale, aunque igualmente se negó (como lo hicieron anteayer el propio embajador y el Ministerio de Asuntos Exteriores) a facilitar una fotografía de la auténtica Julia Andeme. Otras fuentes, sin embargo, entre ellas un hombre de negocios establecido en Madrid que asistió en estos días a una cena en la que estaba presente el embajador, señaló que le había sido presentada la mujer que aparecía en la fotografía como la esposa del diplomático guineano.

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