La primera industria electrónica británica despedirá a 5.000 personas

La gran empresa británica de computadores ICL (International Computers Limited) anunció ayer que despedirá a más de 5.000 empleados, una cuarta parte de su fuerza laboral. La decisión ha caído como una bomba en los medios sindicales. que la han calificado de «desastre nacional", en unos momentos en que la empresa tenía la clave para crear puestos de trabajo en las dos próximas décadas y, cuando otros países, especialmente Japón, realizan grandes inversiones en el campo de la electrónica.Por otra parte, se espera que la semana entrante ICL anuncie pérdidas que superarán los cuatro cientos mi...

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La gran empresa británica de computadores ICL (International Computers Limited) anunció ayer que despedirá a más de 5.000 empleados, una cuarta parte de su fuerza laboral. La decisión ha caído como una bomba en los medios sindicales. que la han calificado de «desastre nacional", en unos momentos en que la empresa tenía la clave para crear puestos de trabajo en las dos próximas décadas y, cuando otros países, especialmente Japón, realizan grandes inversiones en el campo de la electrónica.Por otra parte, se espera que la semana entrante ICL anuncie pérdidas que superarán los cuatro cientos millones de libras (75.000 millones de pesetas). Antes de Navidades corrieron rumores de que la empresa estadounidense Univac. la segunda mayor compañía de computadores del mundo, compraría lCL. El problema para el Gobierno británico -ICL es privada- era el resolver el conflicto entre una mayor seguridad o mayores inversiones. ICL produce los computadores gigantes de veinte departamentos gubernamentales en el Reino Unido, y es, por tanto, vital mantener bajo férreo control la información de que disponen. Sin embargo, el Gobierno no quería apoyara ICL tal como lo había hecho con la British Leyland. En febrero. Kenneth Baker, ministro de Información y Tecnología, anunció que el Gobierno otorgaría un crédito de doscientos millones de libras (38.000 millones de pesetas) a ICL, sugiriendo que el Gobierno concedería una ayuda a la investigación en esa empresa.

En mayo. el nuevo director, Robert Willmore, venido de Texas Instruments, señaló que aún no era demasiado tarde para salvar a la empresa, pero no recibió la confianza de los trabajadores.

El futuro de ICL era, sin embargo, bastante brillante, con un mercado en el extranjero de 60.000 millones de pesetas v en el Reino Unido de 75.000 millones de pesetas, pero la dirección de la empresa indica que los ingresos no llegan a superar los costes.

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