Escasas novedades en la "nueva política de empleo" de la CEOE

Bajo el ambicioso título de Una nueva política de empleo, la CEOE presentará hoy a los medios informativos un documento de más de sesenta folios, en el que se sientan las bases de la nueva política y se pormenoriza un amplio abanico de medidas para llevarla a efecto. El mencionado documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, recibió críticas durante el período de elaboración por parte de algunas personalidades destacadas de la CEOE y ha sido calificado de «pobre y contradictorio» por algunas fuentes económicas consultadas ayer por este diario.

En los debates previos a la presentación de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Bajo el ambicioso título de Una nueva política de empleo, la CEOE presentará hoy a los medios informativos un documento de más de sesenta folios, en el que se sientan las bases de la nueva política y se pormenoriza un amplio abanico de medidas para llevarla a efecto. El mencionado documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, recibió críticas durante el período de elaboración por parte de algunas personalidades destacadas de la CEOE y ha sido calificado de «pobre y contradictorio» por algunas fuentes económicas consultadas ayer por este diario.

Más información

En los debates previos a la presentación de este documento, y exclusivamente a título indicativo, personalidades tan dispares, como Carlos Pérez de Bricio, Mariano Rabadan, Vicente lborra o Genaro Félix Parera, expusieron criterios adversos desde distintos puntos de vista a aspectos concretos del documento.Félix Parera, aparte de exponer sus dudas sobre la futura política gubernamental en torno al carbón y a la sustitución del fuel por este mineral en las cementeras, criticó la política de empleo propuesta que -a su entender- va a crear dos tipos de plantillas en la empresa: la de quienes tienen empleo fijo y la compuesta por aquellos a quien puede despedirse. Lo que va a llevar a las empresas a deshacerse cuanto antes de la primera de las plantillas, la de los fijos. «O hay libertad de despido o no la hay, lo que no se puede seguir es con medidas a medias como las que ahora se proponen», vino a manifestar, en el transcurso de una reunión interna, Félix Parera.

Carlos Pérez de Bricio, ex ministro y vicepresidente de la CEOE, ha propugnado en estas reuniones preparatorias un ataque decidido al tipo de cambio, proponiendo en concreto devaluar y poner controles a los salarios. Respecto al incremento salarial del 9% sobre una previsión de inflación del 12,5 %,también se elevaron algunas voces discrepantes. Según éstas, al pagarse los aumentos salariales desde principios de año, mientras que la tasa de inflación culmina al final del ejercicio, los trabajadores siguen con un poder adquisitivo superior al crecimiento del coste de la vida la mayor parte del año, con lo que el 9% sigue siendo un factor inflacionista.

Vicente lborra, vocal de la CEOE, criticó la remuneración de los costes pasivos de la banca y, en alguna medida, fue apoyado por José Antonio Segurado, tesorero de CEOE. Mariano Rabadán, por el contrario, advirtió que se podía producir una verdadera riada de capitales españoles hacia el exterior si el Gobierno tomaba en cuenta una de las propuestas del documento de la CEOE. Se refería a la propuesta de que se limite el coste del pasivo al 9%, equiparándolo al incremento salarial. En las reuniones mencionadas se argumentó que el ahorro era como el petróleo, un bien escaso, y que había que pagarlo bien si se quería tener.

Tres pilares básicos

La primera parte del documento de la patronal, que se extiende a lo largo de unos treinta folios, comienza por describir las sombrías perspectivas de nuestra situación económica: se han perdido 1,2 millones de puestos de trabajo desde 1975, y tan sólo en 1980 desapareció medio millón largo de puestos de trabajo. Nos encontramos en un proceso de creciente descapitalización y desindustrialización, según el documento.

A continuación habla de la incapacidad de nuestra políltica para generar empleo, que, a su juicio, se debe a factores externos (precios energéticos, pérdida de competitividad, neoproteccionismos, etcétera) y a factores internos (vaivenes y falta de coherencia en la política económica españe4a de los últimos años). Gobierno, sindicatos y patronal, asegura el documento, coinciden en que el objetivo básico debe ser el de devolver a nuestra economía su capacidad de crear empleo mediante mejoras constantes de la productividad externa e interna.

Tras referirse a las distintas teorías económicas, llegando incluso a citar a Keynes, y después de volver a expresar recelos sobre un crecimiento del sector público en detrimento del sector privado (si eso es lo que se pretende, no cabe sino pedir que se diga con claridad, se dice en el documento), CEOE afirma que para mejorar la competitividad el camino más correcto es la moderación de costes, el aumento de la productividad y la creación de incentivos al ahorro y al esfuerzo laboral. La política de la Administración y los propios presupuestos del Estado deben servir a esos objetivos. La estrategia propuesta por CEOE, que aumentaría nuestra competitividad y la creación de empleo en un horizonte de tres años, según afirman, se centra en tres pilares básicos: moderación de costes, aumento de la productividad del trabajador y mayor eficacia de la Administración.

En cuanto a los costes, tras reconocer que los tipos de cambio no son los únicos culpables de nuestra pérdida de competitividad externa, el documento se refiere al fuerte crecimiento experimentado en los últimos años por los costes laborales y por las cargas sociales. Refiriéndose en concreto a la Seguridad Social, afirma que es urgente el que se dé entrada a la iniciativa privada, que aumente la financiación estatal y se reduzca la del empresario y que se ponga fin a la infravaloración de los ingresos presupuestados por cuotas. En cuanto a los costes financieros, después de recoger estudios de APD y de algunas publicaciones extranjeras sobre la situación española en comparación con otros países, el documento remite al lector a otro, titulado Reflexiones sobre el sistema financiero, hecho público en enero por CEOE («los intermediarios financieros deben contener el coste de aquellas variables que inciden en el precio del crédito normal»). También habla de mejorar el mercado de valores.

Esta primera parte del documento se extiende a continuación en consideraciones sobre la mejora de la productividad (tecnología, gestión, flexibilidad de empleo y formación profesional), sobre la política presupuestaria y la mejora administrativa (fiscalidad, gasto público corriente, inversión pública y eficacia administrativa), sobre la política energética y sobre la reestructuración industrial.

Archivado En