El neofascista italiano Salvatore Francia fue expulsado de España el pasado 14 de febrero

El neofascista italiano Salvatore Francia fue expulsado del territorio español el pasado 14 de febrero, con una prohibición expresa de entrada por un período de cinco años, según la respuesta del Gobierno a una pregunta formulada en este sentido por el diputado socialista Leopoldo Torres.

El 14 de abril de 1980, según el texto de la respuesta, Salvatore Francia pidió el reconocimiento de la condición de refugiado político, que le fue denegado, y posteriormente se le detuvo, en septiembre, al encontrársele un pasaporte falso. En ese momento, el neofascista italiano se había acreditado co...

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El neofascista italiano Salvatore Francia fue expulsado del territorio español el pasado 14 de febrero, con una prohibición expresa de entrada por un período de cinco años, según la respuesta del Gobierno a una pregunta formulada en este sentido por el diputado socialista Leopoldo Torres.

El 14 de abril de 1980, según el texto de la respuesta, Salvatore Francia pidió el reconocimiento de la condición de refugiado político, que le fue denegado, y posteriormente se le detuvo, en septiembre, al encontrársele un pasaporte falso. En ese momento, el neofascista italiano se había acreditado como periodista en la Conferencia Sobre Seguridad y Cooperación en Europa. A raíz de su última detención se le abrió el expediente que culminó con su expulsión. Mientras tanto estuvo en prisión preventiva, ya que sobre él pesaba una petición de extradicción de la justicia italiana, petición que también fue denegada por España.Salvatore Francia fue detenido por primera vez en España en febrero de 1977, por su relación con el descubrimiento de un taller clandestino de armas en la madrileña calle de Pelayo. A raíz de este asunto se pusieron de manifiesto las ramificaciones de la internacional fascista en España. Nacido en Turín, de 43 años de edad, y cámara de televisión de profesión, dirigió las revistas de extrema derecha Cuaderni Neri y Anno Zero, y se le considera vinculado a la organización Ordine Nuovo. Fue encarcelado en su país bajo la acusación de organizar campamentos en los Alpes, donde se facilitaba instrucción militar.

Al ser detenido en España en 1977, la justicia italiana lo buscaba como testigo de la matanza de la plaza Fontana, en Milán, atribuida a la extrema derecha y en la que murieron dieciséis personas. Fue juzgado en rebeldía y condenado a cuatro años de prisión.

En mayo de 1977, la Audiencia Nacional española denegó esta primera petición de extradicción, aunque sí se concedió la de un correligionario suyo, igualmente detenido, Marco Pozzan. La acusación del Gobierno italiano se apoyaba en los hechos citados y en el propósito de Francia de reconstruir el partido fascista, todos ellos motivos de carácter político. El segundo requerimiento de extradicción llegó cuando ya estaba dictado el decreto de expulsión del Estado español.

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