Enterrados en Salamanca y Sevilla los policías asesinados en el País Vasco

Cerca de 2.000 personas asistieron ayer en Salamanca al funeral de Vicente Sánchez, policía nacional asesinado el miércoles pasado en Baracaldo. Entre los aplausos y vivas a la víctima se coreó «ETA asesina» y algunas personas gritaron «Obispos vascos al paredón», Un grupo de jóvenes que mantuvo en esos momentos su brazo en alto insultó más tarde al gobernador civil y de forma soez al alcalde.

El funeral, que se celebró en la iglesia de San Esteban, a las diez de la mañana, fue oficiado por el prior de los padres dominicos, que exhortó al perdón de los culpables, tanto de los asesin...

Cerca de 2.000 personas asistieron ayer en Salamanca al funeral de Vicente Sánchez, policía nacional asesinado el miércoles pasado en Baracaldo. Entre los aplausos y vivas a la víctima se coreó «ETA asesina» y algunas personas gritaron «Obispos vascos al paredón», Un grupo de jóvenes que mantuvo en esos momentos su brazo en alto insultó más tarde al gobernador civil y de forma soez al alcalde.

El funeral, que se celebró en la iglesia de San Esteban, a las diez de la mañana, fue oficiado por el prior de los padres dominicos, que exhortó al perdón de los culpables, tanto de los asesinos como de los colaboradores. «Que nuestras oraciones sean eficaces también por aquellos otros que callan teniendo que hablar o hablan fuera del momento oportuno, que también puede ser un delito».

El cuerpo de Vicente Sánchez fue posteriormente enterrado en el cementerio de la ciudad.

El gobernador de Sevilla, a favor de la pena de muerte

En Sevilla, el gobernador civil, José Manuel Sanz Pastor, perteneciente a la corriente socialdemócrata de Unión de Centro Democrático, se declaró a favor de la instauración de la pena de muerte para los delitos de terrorismo, momentos antes del funeral córpore insepulto por el alma del policía nacional Francisco Frances, víctima del atentado perpetrado el pasado jueves en Bilbao, celebrado ayer en Sevilla, informa nuestro corresponsal José Aguilar.

Sanz Pastor indicó textualmente que la escalada terrorista plantea «la imperiosa necesidad de revisar la Constitución e imponer la pena de muerte para los delitos de terrorismo con sangre». Después de la misa, oficiada por el coronel vicano castrense, se procedió al entierro de los restos mortales del policía asesinado, en el cementerio de San Fernando.