Ocaña II (Toledo) nuevo centro penitenciario modelo

Ocaña-II, nueva prisión de cumplimiento inaugurada ayer en la localidad de Ocaña (Toledo) por el director general de Instituciones Penitenciarias, Enrique Galavís, «va a ser el primer centro en el que se va a aplicar el espíritu de la ley de Reforma Penitenciaria, cuyo principal objetivo es la rehabilitación social del recluso», según declaró en conferencia de Prensa el director general.«Queremos que Ocaña-II sea el centro modélico del futuro», precisó Enrique Galavís. A este centro se destinarán reclusos de edad comprendida entre los veintiún y treinta años que acepten el tratamiento de rehab...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ocaña-II, nueva prisión de cumplimiento inaugurada ayer en la localidad de Ocaña (Toledo) por el director general de Instituciones Penitenciarias, Enrique Galavís, «va a ser el primer centro en el que se va a aplicar el espíritu de la ley de Reforma Penitenciaria, cuyo principal objetivo es la rehabilitación social del recluso», según declaró en conferencia de Prensa el director general.«Queremos que Ocaña-II sea el centro modélico del futuro», precisó Enrique Galavís. A este centro se destinarán reclusos de edad comprendida entre los veintiún y treinta años que acepten el tratamiento de rehabilitación y no estén considerados como peligrosos ni se hallen inmersos en delitos terroristas.

Esta cárcel, cuyo funcionamiento se prevé para dentro de tres meses, tiene capacidad para 430 reclusos; dispone de seis comedores, salón de actos, biblioteca, zona escolar, talleres e instalaciones deportivas. La mayoría de las celdas son individuales, aunque hay diecisiete triples y trece para cinco internos cada una. Todas ellas con calefacción, baño e hilo musical. El coste total se aproxima a los setecientos millones de pesetas.

Doscientos funcionarios compondrán la plantilla de personal, entre ellos veinticinco educadores, dos psicólogos, dos pedagogos y dos criminólogos.

Enrique Galavis comentó que «cuando a alguien se le priva de la libertad, ni el hotel más lujoso es suficiente; esta cárcel es digna, no lujosa".

Archivado En