Paz y libertad para todos

(...) En la segunda parte del documento, los obispos vascos ofrecen «criterios para una valoración cristiana de la situación». Se trata, a nuestro juicio, de la parte más comprometida políticamente y, tal vez, menos aceptable para los españoles no vascos. Tras una nueva y rotunda condena de las actividades terroristas, y tras aludir a las deficiencias del actual modelo sociopolítico y «la dureza de algunas leyes que no garantizan suficiente mente los derechos fundamentales de la persona», y tras calificar de enemigos del pueblo a quienes ignoran la voluntad de este pueblo y «ponen en peligro s...

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(...) En la segunda parte del documento, los obispos vascos ofrecen «criterios para una valoración cristiana de la situación». Se trata, a nuestro juicio, de la parte más comprometida políticamente y, tal vez, menos aceptable para los españoles no vascos. Tras una nueva y rotunda condena de las actividades terroristas, y tras aludir a las deficiencias del actual modelo sociopolítico y «la dureza de algunas leyes que no garantizan suficiente mente los derechos fundamentales de la persona», y tras calificar de enemigos del pueblo a quienes ignoran la voluntad de este pueblo y «ponen en peligro su pervivencia misma», el documento entra a juzgar la misión de las Fuerzas Armadas y recuerda que es la de servir a las instituciones que el pueblo se ha dado y nunca la de erigirse en juez de dicho proceso ni mucho menos la de sentirse tentada a intervenir. Si lo hicieran, constituirían «un grave peligro más que una auténtica defensa del pueblo». Rechazan los obispos, la posibilidad de una dictadura, sancionan duramente la pasividad ciudadana ante el peligro de la pérdida de la libertad y recuerdan que «la promoción activa por la libertad nos es urgida a los creyentes desde la entraña misma de nuestra fe». (...) 2 de abril

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