Incendio en un inmueble de Tenerife próximo a la Capitanía General

Unos almacenes, pertenecientes a una red comercial especializada en Juguetería infantil, sufrieron ayer en Santa Cruz de Tenerife un aparatoso incendio, que destruyó prácticamente la totalidad de la mercancía. El propietario señaló a EL PAÍS que valoraba las pérdidas en unos cuarenta millones de pesetas.

El foco de las llamas, localizado en un sótano profundo, tardó cerca de cuatro horas en ser controlado. El lugar del incendio está situado a unos pocos metros de la sede de la Capitanía General de Canarias, en la parte baja de un edificio de ocho plantas, en una de las cuales existe...

Unos almacenes, pertenecientes a una red comercial especializada en Juguetería infantil, sufrieron ayer en Santa Cruz de Tenerife un aparatoso incendio, que destruyó prácticamente la totalidad de la mercancía. El propietario señaló a EL PAÍS que valoraba las pérdidas en unos cuarenta millones de pesetas.

El foco de las llamas, localizado en un sótano profundo, tardó cerca de cuatro horas en ser controlado. El lugar del incendio está situado a unos pocos metros de la sede de la Capitanía General de Canarias, en la parte baja de un edificio de ocho plantas, en una de las cuales existen las oficinas del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (IFAS). Una dotación de soldados llegó a ofrecer su colaboración para extinguir el fuego, pero no fue necesaria. El parque de bomberos hubo de emplear el 90% de sus efectivos para dominar el incendio. No se produjo ninguna víctima.

La enorme humareda que cubrió rápidamente el edificio se debió al material depositado en el interior de los almacenes, juguetes y artículos de playa y campo, cuyo principal componente era el plástico.

«Todo ocurrió después de la jornada de mañana. Ha sido un incendio fortuito, que viene a coincidir con la llegada de la mercancía prevista para la campaña de verano. Este ha sido el primer incendio que se produce en nuestra red de almacenes después de dieciocho años», declaró el propietario, José Arvelo Hernández. Las instalaciones de los almacenes quedaron en un estado de gran deterioro, sin que se supieran los verdaderos motivos del siniestro.