Cartas al director

Los otros españoles y el divorcio

Hubo un gran Pontífice, Juan XXIII, que pasará a la historia no sólo de la Iglesia, sino de la Humanidad, por haber consagrado su vida a luchar por el entendimiento entre las distintas confesiones religiosas, evitando todo tipo de maniqueismo barato.Parece ser que los obispos españoles en su documento sobre el divorcio se han olvidado, de dos cosas fundamentales para ellos, como ciudadanos y como creyentes: la Constitución de 1978 y el Concilio Vaticano II, propiciado por Juan XXIII, precisamente.

La constitución de 1978 deja bien claro en su artículo 16º que la libertad religiosa es un...

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Hubo un gran Pontífice, Juan XXIII, que pasará a la historia no sólo de la Iglesia, sino de la Humanidad, por haber consagrado su vida a luchar por el entendimiento entre las distintas confesiones religiosas, evitando todo tipo de maniqueismo barato.Parece ser que los obispos españoles en su documento sobre el divorcio se han olvidado, de dos cosas fundamentales para ellos, como ciudadanos y como creyentes: la Constitución de 1978 y el Concilio Vaticano II, propiciado por Juan XXIII, precisamente.

La constitución de 1978 deja bien claro en su artículo 16º que la libertad religiosa es un derecho de todos los.españoles.

Ahora bien, al no existir en España más matrimonio válido para los españoles no católicos que el civil; y, a su vez, al no existir en España el divorcio, nos encontramos con situaciones que atentan a la libertad religiosa. Señores obispos: en España no todo el mundo es católico. Aquí, a pesar de muchos, hay judíos, mahometanos, protestantes, ortodoxos... Todas estas confesiones admiten el divorcio religioso, pero, claro, al ser únicamente válido el matrimonio civil, los «otros españoles» tenemos que soportar una ley civil imbuida por un espíritu religioso que no es el nuestro.

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Si esto no es una humillación, díganme qué nombre le ponemos.

Nosotros somos.tan españoles como los católicos, es más, gracias a estas minorías entró en nuestro país la filosofía aristotélica de manos de Averroes; se hicieron progresos en medicina gracias a Maimónides, existió una escuela de traductores de Toledo, etcétera.

Creo que estos datos dejan bien claro que los «otros españoles» no somos una pandilla de parásitos, sino más bien todo lo contrario./

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