Una supuesta negligencia médica estuvo a punto de costarle la vida a una joven de 17 años en la clínica de La Paz

Jesús Plaza, un trabajador español residente desde hace unos veinte años en Offenbach (Alemania Occidental), interpondrá una querella contra la dirección de la ciudad sanitaria La Paz por supuesta negligencia médica en la persona de su hija Ingrid Plaza Toledano, de diecisiete años, a la que durante una operación de extracción de un cuerpo extraño ingerido con anterioridad (un anillo), efectuada el pasado 27 de diciembre, se le pudo haber causado una perforación esofágica instrumental, que estuvo a punto de costarle la vida y qué le produjo, al menos, dos paros cardiacos. Actualmente la enfer...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Jesús Plaza, un trabajador español residente desde hace unos veinte años en Offenbach (Alemania Occidental), interpondrá una querella contra la dirección de la ciudad sanitaria La Paz por supuesta negligencia médica en la persona de su hija Ingrid Plaza Toledano, de diecisiete años, a la que durante una operación de extracción de un cuerpo extraño ingerido con anterioridad (un anillo), efectuada el pasado 27 de diciembre, se le pudo haber causado una perforación esofágica instrumental, que estuvo a punto de costarle la vida y qué le produjo, al menos, dos paros cardiacos. Actualmente la enferma está ingresada en la Ciudad Sanitaria Provincial desde el pasado 2 de enero con problemas graves de recuperación.

El jefe del Servicio de Otorrinolaringología de La Paz, doctor Gavilán, rechazó ayer la acusación, y aseguró que en ningún momento pudo haberse producido la citada perforación, dado el instrumental utilizado y el cuidado médico con que se llevó a cabo la perforación.Lo cierto es, según se desprende de la declaración del padre de la enferma y de los documentos que obran en poder de EL PAIS, que una vez dada de alta -en La Paz, el mismo 31 de diciembre pasado, Ingrid hubo de ser atendida en su domicilio por un médico particular, el cual, tras observar en la enferma un derrame pleural y neumotórax, izquierdo, ordenó su ingreso urgente en la Ciudad Sanitaria Provincial, donde hubo de ser operada de forma inminente. El propio director técnico de este hospital, José Luis Barros, confirmó que Ingrid sufría perforación esofágica instrumental.

La versión de la familia

El padre de Ingrid Plaza Toledano es un electricista residente en Offenbach (Alemania Occidental) desde hace unos veinte años. Tiene otros dos hijos, y había viajado con todos ellos a España para pasar la Navidad. El 24 de diciembre regaló a su hija Ingrid, de diecisiete años, una sortija en forma de lazo y dos pendientes a juego. Después, el grupo familiar cenó «en casa de unos amigos». Concluida la cena, Ingrid y su hermana, cinco años mayor que ella, decidieron volver a casa a dormir.Según Jesús Plaza, su hija Ingrid «presentó fuertes síntomas de malestar a mediodía del 25. No podía hablar y sufría una violenta sensación de ahogo. Sobre las tres de la tarde de ese mismo día la ingresamos en el servicio de urgencias de la ciudad sanitaria La Paz. Allí le hicieron únicamente un reconocimiento por si había sufrido alguna violación; todavía ignoramos las razones que lo determinaron. Dio resultados negativos. Durante mi estancia oí decir al personal sanitario que debía estar borracha o drogada, aunque no olía. De todos modos, mi hija quedó internada en el hospital».

«Durante tres días no le practicaron análisis alguno ni le prescribieron tratamientos. El tercer o el cuarto día visitó al psiquiatra, y el 28 o 29 -no logro recordar cuándo- le hicieron una radiografía. En el informe médico posterior se dice textualmente: En la placa de tórax se observa cuerpo extraño, un anillo en tráquea. Es decir, que mi hija se había tragado el anillo, creemos que durante el sueño, porque no hay otra explicación. inmediatamente- le hicieron la extracción: no la intervinieron quirúrgicamente, sino que se la practicaron a través de la boca. En los días 29, 30 y 31 estuvo hospitalizada: le dieron además de comer normalmente. El mismo día 31 hicieron un traslado directo a casa desde cuidados intensivos. Al parecer, ya estaba curada».

«En los días 1 y 2 la trató en casa un médico particular.A la vista de que no mejoraba, este médico, el doctor Claudio Alonso Benayas, insistió en que era preciso hospitalizarla urgentemente de nuevo. Así, la internamos en la Ciudad Sanitaria Provincial. Allí me dijeron que, si hubiésemos esperado al día siguiente, mi hija habría muerto».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

«En el informe clínico extendido en la Ciudad Sanitaria Provincial, con el visto bueno del di rector técnico, doctor José Luis Barros, se dice textualmente: "Hembra de diecisiete años que ingresa con carácter urgente por perforación esofágica instrumental, al serle extraído un cuerpo extraño (anillo) del esófago". El día 4 de enero, el cirujano doctor Infante la operó a vida o muerte. Se me dijo que casi no había esperanza de salvación, y más tarde se me confirmó que apenas un caso de cada 10.000 conseguía salir adelante. Sé que' durante su permanencia en la Ciudad Sanitaria Provincial, centro al que estoy y estaré siempre agradecido, mí hija ha sufrido dos paros cardiacos, ignoro si antes o después de la operación».

«Por todo ello, he decidido interponer querella contra el equipo del Servicio Cardiopulmonar de la ciudad sanitaria La Paz, que extrajo el anillo, y contra la propia dirección del hospital. Como datos de interés añadiré a los certificados de que dispongo que uno de nosotros hemos estado día y noche, durante casi dos meses y medio, en el hospital. Los gastos de hospitalización serán costeados por el Convenio Sanitario Hispano-Alemán: la factura desde el 2 de enero hasta el 15 de febrero supone 247.500 pesetas.

La versión de La Paz

Por su parte, el jefe del Servicio de Otorrinolaringología de la ciudad sanitaria La Paz, doctor Gavilán, en un documento dirigido a la directora de La Paz, doctora Bernal, con fecha 18 de marzo de 1981 (ayer), remitido a EL PAIS por esta última, afirma, entre otras cosas, que «no puedo comprender cómo con una espátula de McInstosh (instrumento utilizado para la extracción del anillo en cuestión, puede realizarse una perforación instrumental del esófago, y menos manejada por un especialista».El doctor Gavilán asegura que su departamento fue requerido en el caso el día 27 de diciembre pasado y que la extracción del anillo fue realizada en un quirófano de la planta cuarta del edificio, previo el visto bueno del Servicio de Neurocirugía, donde Ingrid ingresó el día 25. Según el citado escrito, «al intentar intubar a la paciente, y nada más introducir la espátula de McInstosh, instrumento habitual en estos casos, antes de llegar a intubar a la paciente, el anestesiólogo observó la presencia del anillo, visible por encima del plano cricoideo, por lo cual, sirviéndose de la pinza de Magill, y con el cuidado habitual, extrajo el citado anillo, que en ningún momento presentó adherencia alguna a la región». Igualmente se indica que «si posteriormente hubo una perforación esofágica no es posible relacionarla con un acto en el cual no pudo llegarse al esófago por el instrumental utilizado», y se añaden otras posibles causas, todas ellas ajenas a La Paz, que pudieran haber sido causantes de la perforación, si bien todas ellas de forma potencial.

Archivado En