El conflicto de los médicos institucionales madrileños

El plante de los médicos de la Beneficencia puede afectar a más de 70.000 personas

El conflicto creado por los ochocientos funcionarios de la Beneficencia Municipal puede afectar directamente a las 70.000 personas que cuentan con esta institución como única asistencia sanitaria. La resistencia de un sector de médicos a incorporarse diariamente a los centros asistenciales parece explicarse porque muchos de ellos desempeñan importantes puestos dentro de la medicina privada y de la Seguridad Social. Mientras tanto, el Ayuntamiento asegura que no está dispuesto a mantener más situaciones privilegiadas y que para ello se llegará a la apertura de expedientes disciplinarios.
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El conflicto creado por los ochocientos funcionarios de la Beneficencia Municipal puede afectar directamente a las 70.000 personas que cuentan con esta institución como única asistencia sanitaria. La resistencia de un sector de médicos a incorporarse diariamente a los centros asistenciales parece explicarse porque muchos de ellos desempeñan importantes puestos dentro de la medicina privada y de la Seguridad Social. Mientras tanto, el Ayuntamiento asegura que no está dispuesto a mantener más situaciones privilegiadas y que para ello se llegará a la apertura de expedientes disciplinarios.

Uno de los puntos de la reorganización del funcionariado municipal, la implantación de un horario racional en todos los departamentos municipales, se ha estrellado de manera especialmente aparatosa en la Beneficencia Municipal, hasta el punto de que el colectivo de ochocientas personas que integra este departamento se ha negado en bloque a pasar por la más mínima modificación de su actual situación.Al servicio de la Beneficencia Municipal se acogen en la actualidad. unas 70.000 personas (25.000 cartillas, extendidas por las juntas municipales), que pueden ir a las consultas de forma gratuita, y que previamente han demostrado su pobreza. Igualmente, los dieciocho centros asistenciales y los dos equipos quirúrgicos municipales tienen la obligación de atender las urgencias de todos los ciudadanos que lo soliciten.

La Beneficencia, institución creada en 1854, a raíz de la epidemia de cólera que sufrió Madrid, está formada por profesionales que han accedido al cuerpo por oposición y son, por tanto, funcionarios municipales. Entre los médicos de la institución hay nombres tan conocidos como el presidente del Colegio Oficial de Médicos, doctor Matos Aguilar, que es también director del hospital infantil de la Ciudad Sanitaria Provincial; el director del hospital del Niño Jesús, doctor Crespo Santillana; el director de la clínica de la Concepción, doctor Perianes Carro; o catedráticos tan conocidos como los doctores Tamariz, Shuller o De la Cruz Caro. Todos ellos han venido compaginando sus mencionados trabajos con su asistencia a la Beneficencia Municipal desde hace largos años.

El hecho de que hasta ahora el trabajo en los centros de la Beneficencia pudiera cubrirse realizando una guardia semanal continua, de veinticuatro horas, sin tener que aparecer los días restantes, ha supuesto grandes facilidades para compaginar distintas ocupaciones.

Expedientes a los que no cumplan los nuevos horarios

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La llegada del nuevo equipo de gobierno (PSOE-PCE) a la Casa de la Villa, hace casi dos años, supuso un inicial planteamiento teórico acerca de la necesidad de reorganizar este servicio. Han tenido que transcurrir casi veinticuatro meses para que la Corporación se decidiera a enfrentarse al problema y reorganizar la Beneficencia, institución que a juicio del delegado municipal de Sanidad, José María Santos, «no tendría razón de existir,dentro de una concepción progresista de la Medicina. Debe ser la Seguridad Social la que atienda a la totalidad de los ciudadanos. Mantener la Beneficencia sólo supone conservar un parche. Pero dada la situación, no se puede dejar sin asistencia médica a los 70.000 ciudadanos que, atendemos, y vamos a tratar de que se haga de la mejor forma posible».

Así las cosas, según la versión del Ayuntamiento, cuando los funcionarios de la Beneficencia tuvieron conocimiento oficial del nuevo organigrama, no solamente rechazaron,la propuesta municipal, sino que hasta la fecha no han presentado ninguna contrapropuesta. «Es más», asegura Santos, «hemos convocado a todos los médicos para que se incluyan en los nuevos turnos, dando prioridad de elección en base a la antigüedad y solamente dos médicos se han presentado (José Alfredo de Juan y Félix del Campo), pero dada la situación anormal del colectivo, no han elegido turno».

Mientras tanto, los funcionarios afectados continúan haciendo caso omiso de la comunicación del nuevo horario jornada de seis horas diarias) hasta el punto de que ayer mismo el alcalde, Enrique Tierno, anunció que el problema va a ser resuelto en el plazo de una semana por un decreto de la alcaldía, por el que se ordena la incorporación gradual de cada uno de los centros al nuevo horario. El primer grupo afectado por el cambio se dará a conocer el mismo día que se publique el decreto del alcalde, y en caso de que surjan problemas, se procederá a la apertura de expedientes.

En opinión de uno de los médicos de la Beneficencia, José Alfredo de Juan, la negativa no va a ser mayoritaria «porque a un alto porcentaje de funcionarios, por lo menos el 70%, le beneficia los nuevos turnos, ya que no son incompatibles con otro trabajo. Solamente perjudican a los que tienen más de dos empleos, y esto ocurre con bastante gente. Da la casualidad de que estos últimos ocupan cargos de responsabilidad en otros centros sanitarios y hay una cierta reticencia en contrarlarles, probablemente por las posibilidades de promoción que puede suponer el estar a bien con ellos».

Sin embargo, uno de los médicos de guardia del centro asistencial de la calle de las Navas de Tolosa, aduce que la negativa a la reforma -cuya necesidad reconoce- se basa en que no sirve de nada aumentar el número de médicos por turno si ésto no va acompañado de una mejor dotación de material y de las instalaciones. «Si fuera verdad que quieren mejorar esto habrían empezado por ahí. Mientras tanto, en estos centros no podemos hacer más que las primeras curas de urgencia. No tlehe sentido hacer cambios con el personal si no se niejoran las dotaciones».

La negativa a aceptar las decisiories municipales llega hasta el punto de que la médica encargada de la guardia de la mañana, la doctora Herranz, se negó a permitir fotografías del centro, a un fotógrafo de EL PAÍS, pese a llevar una autorización escrita del concejal de Sanidad, Juan Francisco Plá. Hubo que esperar al cambio de médico de guardia «porque el director del centro es el que manda, aquí y no está. Mientras tanto, yo no autorizo las fotografías», dijo.

90.000 pesetas de sueldo

Pese a las cifras ya conocidas del sueldo de los funcionarios de la Beneficencia, la mayor parte de ellos no considera que estén bien pagados. El sueldo neto de cualquiera de los médicos, sin contar los trienios ni suplementos de jefatura, era de 50.000 pesetas mensuales. Con el aumento de horas de trabajo (de veinticuatro a cuarenta por semana) pasan a ganar 90.000 pesetas y se les reconoce el plus de nocturnidad (3.500 pesetas). Considerando la antigüedad y otros conceptos, cada uno venía cobrando alrededor de 15.000 pesetas más.

«Hemos aumentado los sueldos un 80% y las horas de trabajo el 50%», dice José María Santos. «Creo que las modificaciones son claramente favorables para ellos. Por eso empezamos a pensar que aquí hay otras razones de fondo que no las están planteando claramente y que nosotros estamos dispuestos aque se aclaren».

Los responsables municipales de Sanidad opinan que el servicio que habitualmente se presta en los centros de la Beneficencia es el correcto. «Al menos, tenemos pocas quejas que digan lo contrario, aunque bien es cierto que la gente no está acostumbrada a denunciar. En estos dos años solamente hemos abierto un expediente a un médico, al que le llegó un paciente con fuertes dolores en un brazo. El médico te recetó Civalgina y le mandó a casa. Al día siguiente, el hombre fue a un hospital y lo que tenía era una fractura en el brazo. Hay claros indicios para pensar no sólo que no le preguntó nada, sino que tampoco le miró, pero, insisto en que es el único caso que conozco y que puede darse en cualquier parte».

Por su parte, la Asamblea de Médicos Jóvenes en Paro de Madrid se ha pronunciado sobre el problema exigiendo en un documento escrito que se hagan cumplir las incompatibilidades horarias.

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