250 ultraderechistas portugueses cruzaron la frontera el día del golpe

Un grupo de alrededor de 250 portugueses de extrema derecha cruzó la frontera el pasado 23 de febrero, fecha del intento de golpe de Estado, para prestar ayuda a los ultraderechistas españoles. Los portugueses, antiguos jefes, oficiales, suboficiales y soldados del Ejército colonial portugués, entraron por la zona conocida como Rincón de Caya, en Badajoz, según informaron a la agencia France Presse fuentes policiales. El grupo vino dirigido por un ex banquero de Luanda (Angola), actualmente jefe de una empresa de servicios instalada en Portugal, en la que trabajan muchos ex combatientes.Los ul...

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Un grupo de alrededor de 250 portugueses de extrema derecha cruzó la frontera el pasado 23 de febrero, fecha del intento de golpe de Estado, para prestar ayuda a los ultraderechistas españoles. Los portugueses, antiguos jefes, oficiales, suboficiales y soldados del Ejército colonial portugués, entraron por la zona conocida como Rincón de Caya, en Badajoz, según informaron a la agencia France Presse fuentes policiales. El grupo vino dirigido por un ex banquero de Luanda (Angola), actualmente jefe de una empresa de servicios instalada en Portugal, en la que trabajan muchos ex combatientes.Los ultraderechistas portugueses se instalaron en una granja, provistos de potentes aparatos transmisores-receptores, y tomaron contacto con centros clandestinos de la extrema derecha española, desde donde les informaron del desarrollo de los acontecimientos hora por hora.

Plan conjunto

Si hubiera triunfado el golpe de Estado, el grupo de 250 portugueses habría hecho un llamamiento al Ejército portugués para que se hiciera con el poder, en un golpe de mano similar al turco. Estos ultraderechistas tenían contactos en el interior de Portugal.En la madrugada del 24 de febrero, convencidos del fracaso del golpe, los portugueses volvieron a entrar en su país y se reintegraron a sus puestos de trabajo.

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