Hunosa, paralizada ayer por la huelga

El arranque de carbón estuvo ayer prácticamente paralizado en Hunosa como consecuencia de la huelga de dos días, convocada por el SOMA-UGT y CC OO, por la falta de una respuesta satisfactoria a sus reivindicaciones, previas a la negociación del plan de reestructuración que en tres años debe reducir a cero las pérdidas de la empresa.

Básicamente, los representantes de los trabajadores piden la aplicación inmediata de un anticipo a cuenta del convenio colectivo y garantías suficientes de que el pozo Barredo, de la cuenca del Caudal, no será cerrado en 1981.Los dos sindicatos convoc...

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El arranque de carbón estuvo ayer prácticamente paralizado en Hunosa como consecuencia de la huelga de dos días, convocada por el SOMA-UGT y CC OO, por la falta de una respuesta satisfactoria a sus reivindicaciones, previas a la negociación del plan de reestructuración que en tres años debe reducir a cero las pérdidas de la empresa.

Básicamente, los representantes de los trabajadores piden la aplicación inmediata de un anticipo a cuenta del convenio colectivo y garantías suficientes de que el pozo Barredo, de la cuenca del Caudal, no será cerrado en 1981.Los dos sindicatos convocaron por tal motivo una huelga en Hunosa para hoy, mañana y los próximos días 27 y 28. Ayer paró el 93 % de los picadores, categoría encargada de la extracción del carbón. En cuanto a la plantilla global, participó en el paro el 60% de los trabajadores. La hullera de Turón fue la más afectada por la huelga: paró el 85% de los picadores y el 65,43% de la plantilla total.

Por otra parte, los responsables del Instituto Nacional de Industria (INI), único accionista de Hunosa, ampliaron ayer en Madrid a los representantes de las centrales sindicales el alcance del plan de reestructuración de la sociedad, a desarrollar en tres años. Básicamente, la Administración pretende reducir los costes de producción por tonelada de carbón arrancada de 11.800 pesetas a 9.450 pesetas, como tope máximo en 1984, mediante el incremento de la producción y la productividad, la modificación del sistema de destajos, la disminución drástica del absentismo, la aminoración de los incrementos salariales y de las cargas financieras, la aplicación de la jubilación a la edad de 65 años e incorporación de nuevo personal a las tareas de arranque con el objetivo de producir cuatro millones de toneladas de carbón de calidad media en 1984, frente a los 3.300 millones de toneladas extraídas el año pasado.

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