RELIGION

Sin Dios, el hombre no es persona, afirma el cardenal Jubany

Las corrientes intelectuales ateas de nuestro tiempo quieren sustituir a Dios por el hombre, afirma el cardenal de Barcelona en su glosa dominical, dedicada a «las corrientes modernas ateas».Narcis Jubany cita, para apoyar su denuncia, la frase de Feuerbach que dice: «En lugar de amor a Dios, debemos reconocer el amor del hombre como única religión verdadera». La cita no es casual. El pensador alemán es el último eslabón del largo proceso europeo de emancipación cultural y política que tuvo que lograrlo en una pugna, sangrienta muchas veces, entre el Estado y la religión. El filósofo Fuerbach ...

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Las corrientes intelectuales ateas de nuestro tiempo quieren sustituir a Dios por el hombre, afirma el cardenal de Barcelona en su glosa dominical, dedicada a «las corrientes modernas ateas».Narcis Jubany cita, para apoyar su denuncia, la frase de Feuerbach que dice: «En lugar de amor a Dios, debemos reconocer el amor del hombre como única religión verdadera». La cita no es casual. El pensador alemán es el último eslabón del largo proceso europeo de emancipación cultural y política que tuvo que lograrlo en una pugna, sangrienta muchas veces, entre el Estado y la religión. El filósofo Fuerbach dejó patente en su Esencia del cristianismo la voluntad moderna de hacer del hombre ilustrado el único protagonista y sujeto de los atributos que históricamente la religión ponía en Dios.

El Vaticano II comprendió que el ateísmo moderno, patente sobre todo a formulaciones filosóficas, tiene un evidente trasfondo político, al que la misma Iglesia no es ajena. Por eso el Concilio ponía entre las causas del ateísmo a los comportamientos de los mismos cristianos.

El cardenal Jubany considera que sin Dios la criatura queda desamparada. Y cita un pensamiento caro a Juan Pablo II, para quien «los grandes progresos técnicos» y «la enorme locura de la manipulación de la vida humana» sólo han conseguido degradar al hombre.

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