Las autoridades polacas prosiguen su ofensiva contra la politización del sindicato libre

Las autoridades polacas prosiguieron ayer su ofensiva contra el ala radical de la confederación sindical independiente Solidaridad, con un decreto que limita el derecho de huelga y trata de suprimir los paros de carácter político.

El clima de renovada tensión y las divergencias internas en el POUP (partido comunista polaco) entre partidarios de una línea de dureza con Solidaridad, caso de Stefan Olzowski, y los partidarios del diálogo, representados con el primer secretario, Stanislaw Kania, acontecen pocas fechas antes del 8º pleno del Comité Central del POUP, que se inaugurará el ...

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Las autoridades polacas prosiguieron ayer su ofensiva contra el ala radical de la confederación sindical independiente Solidaridad, con un decreto que limita el derecho de huelga y trata de suprimir los paros de carácter político.

El clima de renovada tensión y las divergencias internas en el POUP (partido comunista polaco) entre partidarios de una línea de dureza con Solidaridad, caso de Stefan Olzowski, y los partidarios del diálogo, representados con el primer secretario, Stanislaw Kania, acontecen pocas fechas antes del 8º pleno del Comité Central del POUP, que se inaugurará el próximo lunes.La situación queda reflejada también en unas duras declaraciones, ayer, del líder obrero Lech Walesa, cuya mediación en Bieslko-Biala no ha servido para apagar las protestas y paros. «Más vale caer valientemente que ceder», afirmó Walesa, quien además amenazó a las autoridades con ordenar la ocupación masiva de edificios y fábricas si se emprendían medidas de fuerza contra los huelguistas de Bielsko-Biala, después de la ruptura, en la noche del último martes, de las negociaciones entre obreros y autoridades en esta ciudad del sur del país, fronteriza con Checoslovaquia.

El decreto sobre regulación de la huelga, aprobado el martes por el Consejo de Ministros y publicado oficialmente ayer, establece que los paros sólo pueden ser convocados por los sindicatos, anunciados con siete días de anterioridad, y no deben sobrepasar lo fijado en los estatutos sindicales, esto es, reivindicaciones de tipo social y económico, pero no políticas.

Mientras en Rzeszow los campesinos prosiguen la ocupación de los antiguos locales sindicales, y unos 4.000 estudiantes mantienen ocupados edificios de la Universidad de Lodz, el MKZ (sindicato regional confederado a Solidaridad) de Bieslko-Biala anunció ayer que las negociaciones con el Gobierno se han roto, a pesar de que el voivoda (gobernador) y su adjunto presentaron su dimisión, como solicitaban los huelguistas.

El clima de disensión interna del POUP lo puso de manifiesto, en sus declaraciones en Suiza, el director del semanario Polytika e influyente miembro del ala liberal del partido, Mieczyslaw Rakowski, quien declaró que el partido comunista ha perdido el monopolio del poder en Polonia.

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