RELIGIÓN

Los obispos dudan que los políticos defiendan a la familia

Los obispos españoles han volcado el peso de su autoridad, en este fin de semana, en la defensa de la familia, «amenazada progresivamente, desde dentro y desde fuera», según escriben los obispos andaluces y repite el cardenal de Madrid. Hoy mismo seguirá con el tema la comisión permanente, reunida con urgencia, para hablar del divorcio.«Es curioso», escribe Tarancón, «que apenas hable nadie de los derechos de la familia», recogiendo literalmente la crítica a los políticos que en la última asamblea plenaria de los obispos formulaban Luis Alberto Petit y Carmen Alvear, dirigentes de la Confedera...

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Los obispos españoles han volcado el peso de su autoridad, en este fin de semana, en la defensa de la familia, «amenazada progresivamente, desde dentro y desde fuera», según escriben los obispos andaluces y repite el cardenal de Madrid. Hoy mismo seguirá con el tema la comisión permanente, reunida con urgencia, para hablar del divorcio.«Es curioso», escribe Tarancón, «que apenas hable nadie de los derechos de la familia», recogiendo literalmente la crítica a los políticos que en la última asamblea plenaria de los obispos formulaban Luis Alberto Petit y Carmen Alvear, dirigentes de la Confederación Católica de Padres. El interés del cardenal Tarancón por la familia ha sido expresado repetidas veces. Ya en el último sínodo romano declaraba que «la llamada familia tradicional está profundamente en crisis y no tiene futuro». Ahora, sin embargo, preocupa más denunciar las medidas políticas en curso o por venir, que contradicen la voluntad «de nuestros políticos, que públicamente han dicho que quieren defender la familia».

Además de esas medidas políticas, que atentan a la institución familiar, pero que no son explicitadas, señala Tarancón la escasez de vivienda, «ya que no todas las familias españolas pueden encontrar un piso adecuado», y la insuficiente desgravación fiscal por los gastos familiares. El obispo de Madrid no entiende cómo «nosotros, que tenemos una larga tradición de protección a la familia», queramos abrir brechas en esa institución, «que otros países están cerrando como fruto de su experiencia». Aunque no se le nombra, parece que la brecha en cuestión es el proyecto de ley sobre el divorcio, objeto de la reunión extraordinaria de la comisión permanente.

Inaceptable un divorcio consensuado

El mismo tenor tiene la pastoral sobre la familia firmada por los obispos de Granada, Almería, Guadix-Baza, Jaén y Málaga. Después de dar un repaso a los creyentes, «incluso a los teólogos», que desfiguran la pureza de la doctrina, seleccionando «su contenido a la medida de sus caprichos, de sus gustos, de sus intereses y opiniones», constatan la amenaza que se cierne sobre la familia «desde dentro y desde fuera». Los peligros internos consisten en interpretaciones ideológicas y religiosas, y en la escasa preparación con que muchos católicos afrontan el matrimonio. Tampoco se explicitan en qué consisten las amenazas externas, aunque todo parece indicar que sea el tema monográfico de la reunión de hoy: el proyecto de divorcio.De repente, los obispos españoles han recordado lo escrito en la Instrucción sobre el divorcio civil, en noviembre de 1979: «Consideramos que es absolutamente inaceptable el llamado divorcio consensuado. Una ley que introdujese el divorcio de tal manera que la pervivencia del vínculo quedase a disposición de los cónyuges, no podría ser aceptada por ningún católico, ni gobernante ni gobernado». Para los obispos andaluces no hay otra postura cristiana «que la de aceptar el plan de Dios, creador y redentor de los hombres».

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