Pastelero muerto de dos disparos en el atraco a su establecimiento

Una banda de atracadores dio muerte, de dos disparos en el abdomen, al tendero Francisco Relló Pascual, de 45 años, en el transcurso de un asalto perpetrado a primera hora. dé la noche del domingo. Francisco Relló, que se disponía a cerrar la charcutería-pastelería que regenta con su esposa cuando llegaron los delincuentes, falleció poco después de ser ingresado en la Ciudad Sanitaria Primero de Octubre.

Francisco Relló y su esposa, Pilar Alonso, de cuarenta años, estaban preparando el cierre del establecimiento, situado en el barrio de Comillas, junto al puente de Praga. Aún permanecía...

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Una banda de atracadores dio muerte, de dos disparos en el abdomen, al tendero Francisco Relló Pascual, de 45 años, en el transcurso de un asalto perpetrado a primera hora. dé la noche del domingo. Francisco Relló, que se disponía a cerrar la charcutería-pastelería que regenta con su esposa cuando llegaron los delincuentes, falleció poco después de ser ingresado en la Ciudad Sanitaria Primero de Octubre.

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Francisco Relló y su esposa, Pilar Alonso, de cuarenta años, estaban preparando el cierre del establecimiento, situado en el barrio de Comillas, junto al puente de Praga. Aún permanecían en los puestos que habitualmente ocupan en el comercio: Pilar atendía el mostrador de la pastelería-heladería, y Francisco la sección de fiambres. A las 8.30 de la tarde, dos hombres de aspecto vulgar preguntaron si podían atenderlos. Cuando recibieron una respuesta afirmativa, comentaron que querían jamón y queso.Detrás del mostrador, Francisco Relló se preparó para servirles: tomó el cuchillo de cortar fiambres y buscó las piezas de las que pensaba separar los cortes. En ese momento entró a la tienda un tercer hombre, que empuñaba una pistola. Se acercó a Pilar y la conminó a que entrase en la trastienda.

El deselance fue muy rápido. Ante la evidencia de las amenazas a su esposa, Francisco debió de hacer algún gesto defensivo con el cuchillo cortador de fiambres. Entonces, uno de los asaltantes le encañonó con una pistola y disparó por dos veces a través del cristal de la cámara frigorífica-mostrador. Uno de los proyectiles hirió al tendero en el estómago y el otro en el hígado.

Según manifestaron a EL PAIS los familiares de Francisco Relló, los tres delincuentes, que habían mantenido la cara descubierta durante el atraco, corrieron hacia el exterior sin apropiarse del dinero, o de objetos de valor. Las lesiones que padecía Francisco eran evidentemente muy graves. Poco después, próximas las diez de la noche, los médicos de guardia en la Ciudad Sanitaria Primero de Octubre certificaban su fallecimiento.

La Asociación de Detallistas de Alimentación pidió ayer «escarmientos ejemplares» para los atracadores en telegramas enviados al ministro del Interior, director general de la Seguridad del Estado y gobernador civil. Al tiempo, que manifiesta su repulsa por los hechos, solicita medidas enérgicas para remediar la angustia en que vive el comercio.

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