Dura advertencia soviética al Gobierno de Teherán

El Gobierno soviético acusó ayer al iraní de haber defendido a los «bandidos» que el pasado 27 de diciembre atacaron la Embajada de la URSS en Teherán.La agencia Tass, que difundió una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores, indica que el Gobierno soviético, que convocó el lunes al embajador de Irán, Mohamed Mokrl, ha insistido en la necesidad de garantizar la seguridad de los edificios soviéticos y de su personal, y ha pedido una indemnización por los daños.

Después de denunciar la «infracción criminal a la inmunidad diplomática de la Embajada de la URSS en Teherán» y los...

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El Gobierno soviético acusó ayer al iraní de haber defendido a los «bandidos» que el pasado 27 de diciembre atacaron la Embajada de la URSS en Teherán.La agencia Tass, que difundió una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores, indica que el Gobierno soviético, que convocó el lunes al embajador de Irán, Mohamed Mokrl, ha insistido en la necesidad de garantizar la seguridad de los edificios soviéticos y de su personal, y ha pedido una indemnización por los daños.

Después de denunciar la «infracción criminal a la inmunidad diplomática de la Embajada de la URSS en Teherán» y los «actos de vandalismo, cometidos, la declaración habla de «la violación de las normas consagradas por la práctica secular y codificadas en las convenciones internacionales», así como de las «nociones elementales de convivencia propias a los Estados civilizados».

El Gobierno de Moscú afirma que, aunque avisados con anterioridad del ataque proyectado contra la misión diplomática, las autoridades iraníes «no tomaron medidas eficaces para prevenirlo».

«Los representantes oficiales del Gobierno iraní que han expresado privadamente sus excusas», prosigue la declaración, «han tomado en el fondo la defensa de los bandidos».

El Gobierno soviético subraya que, aunque avisadas con anterioridad después de los incidentes por «personalidades oficiales de alto nivel no contienen la menor condena». Tales declaraciones, añade la nota difundida por Tass, «bordean la incitación directa a nuevos actos hostiles» contra las instituciones y los ciudadanos soviéticos en Irán, y sorprenden más teniendo en cuenta que la URSS, «país amigo y vecino de Irán, ha sido el primero en saludar la revolución antimonárquica y la acordado siempre un apoyo moral, político y práctico al pueblo iraní en su lucha contra las fuerzas que tratan de yugular esta revolución».

Por último, el comunicado afirma que la Unión Soviética «está dispuesta a organizar sus relaciones con Irán sobre la base de la buena vecindad y el respeto mutuo», pero, sin embargo, «deberá defender los intereses del Estado soviético y de sus ciudadanos si el Gobierno iraní no desea o se revela incapaz de cumplir con su deber, consistente en garantizar la seguridad de las instituciones soviéticas y de su personal en Irán».

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