Jomeini trata de amortiguar las tensiones internas

Dos llamamientos pidiendo calma fueron hechos ayer a la población iraní por el imán Jomeini y el ayatollah Malidavi Kani, ministro iraní del Interir, ante el deterioro de la situación interna, marcado por un violento ataque de un local de simpatizantes de los muyadines (izquierda islámica), la dimisión del alcalde de Teherán, la huelga de los autobuses de la capital y la prohibición de huelgas y manifestaciones sin autorización previa.En un discurso transmitido por radio, Jomeini opinó que Irán tenía, a la vez, que hacer frente a la guerra con Irak y a los sabotajes dentro de...

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Dos llamamientos pidiendo calma fueron hechos ayer a la población iraní por el imán Jomeini y el ayatollah Malidavi Kani, ministro iraní del Interir, ante el deterioro de la situación interna, marcado por un violento ataque de un local de simpatizantes de los muyadines (izquierda islámica), la dimisión del alcalde de Teherán, la huelga de los autobuses de la capital y la prohibición de huelgas y manifestaciones sin autorización previa.En un discurso transmitido por radio, Jomeini opinó que Irán tenía, a la vez, que hacer frente a la guerra con Irak y a los sabotajes dentro del país. «Nuestros enemigos», añadió, «otorgan acaso más importancia a estas divisiones internas que a la invasión militar iraquí, ya que las divisiones nos hacen más vulnerables».

Varios incidentes tuvieron lugar ayer tras el asalto llevado a cabo, el miércoles, por extremistas religiosos contra la sede de la Unión de los Empleados Musulmanes (UEM), organización vinculada a los Muyadines del Pueblo, cuyas actividades políticas fueron prohibidas este verano. Por lo menos un simpatizante de los muyadines resultó muerto y otras treinta personas heridas durante el ataque.

Ayer, varios miles de personas pertenecientes a los dos bandos se enfrentaron violentamente en las cercanías de la sede de la UEM. Estos incidentes incitaron al ministro del Interior, ayatollah Mohammed Malidavi Kani a decretar, el miércoles por la noche, la prohibición «de todas las manifestaciones y huelgas convocadas sin autorización».

La huelga de los transportes públicos de Teherán, la décima desde la revolución, iniciada en protesta por el despido de un enlace sindical, ha sido la principal causa de la dimisión del alcalde de la capital que el ministro del Interior aceptó por considerar que «no trabajaba bastante en el Ayuntamiento, donde las purgas eran insuficientes». En otro discurso, pronunciado el miércoles, Jomeini denunció las maniobras que intentan impedir al clero intervenir en la vida política. Pocas horas antes, el consejo de yi gilancia de la constitución islámica denegó a los consejeros del presidente Banisadrs el derecho a intervenir en «los asuntos ejecutivos de la nación».

Por último, en el Kurdistán, los Guardianes de la Revolución dieron muerte a cien contrarrevolucionarios, informa la agencia oficial Pars.

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