Un cocinero confirma la antropofagia del ex emperador centroafricano Bokassa

Lo que ha sido revelado el lunes ante el tribunal de Bangui «no honra al hombre negro», dijo con tono grave un periodista centro africano. Un testimonio detallado demuestra la autenticidad de la acusación de antropofagia formulada contra el ex emperador Bokassa.Un señor mayor, educado en tiempos de los europeos, cocinero en la escuela de cadetes del campamento de Kassai, contó ante los jueces que el ex emperador, que había oído hablar de sus dotes culinarias, le convocó, en su palacio de Berengo y abrió ante él una cámara Higorífica, en la que se encontraba el cadáver de un hombre descabez...

Lo que ha sido revelado el lunes ante el tribunal de Bangui «no honra al hombre negro», dijo con tono grave un periodista centro africano. Un testimonio detallado demuestra la autenticidad de la acusación de antropofagia formulada contra el ex emperador Bokassa.Un señor mayor, educado en tiempos de los europeos, cocinero en la escuela de cadetes del campamento de Kassai, contó ante los jueces que el ex emperador, que había oído hablar de sus dotes culinarias, le convocó, en su palacio de Berengo y abrió ante él una cámara Higorífica, en la que se encontraba el cadáver de un hombre descabezado, que le ordenó se lo preparase al mechui.

Aterrorizado- el cocinero, al que el déspota le hizo varios pinchazos que le provocaron quemaduras, obedeció. Bokassa «apreció» el plato, que comenzó a comer por los testículos; pidió que le guardasen los restos, puso un vehículo a disposición de su cocinero para que volviese a Bangui y le dio algo de dinero.

Dos días más tardé, el cocinero se quedó parcialmente, y después definitivamente, paralizado. Asegura que el emperador le hizo las punciones para hacerle desaparecer.

Este testimonio fue hecho en sango, idioma local de Centroáfirica, pero el presidente del tribunal pidió que fuese resumido en francés. Los demás testimonios no fueron traducidos. Para que toda la población le pudiese entender, ef ex primer ministro Maidu se expresó también en sango. El que sus enemigos centroafricanos califican de «señor Mentís», por su rechazo sistemático, durante los últimos meses del imperio, de las acusaciones formuladas contra Bokassa, aseguró ante los jueces haber únicamente actuado obedeciendo órdenes y a causa del miedo que le inspiraba el déspota.

Otro de los testigos contó que Bokassa decidió el envío a Estados Unidos de una delegación para tratar de obtener la anulación de la suspensión de la ayuda económica norteamericana provocada por las revelaciones sobre las matanzas perpetradas en Centroáfrica en enero y abril de 1979. A los delegados les habla sido encomendada la misión de «intentar comprar» a algunos congresistas, pero tuvieron que renunciar a su proyecto al darse cuenta que el objetivo superaba, con mucho, sus medios económicos.

Por último, otro testigo entregó al tribunal una nota de protesta, hasta ahora secreta, que las autoridades de Bangui enviaron a Dakar indignándose de las conclusiones a las que había llegado la comisión africana de investigación sobre la participación personal de Bokassa en las matanzas de alumnos de bachillerato de Bangui.