SANTANDER

Fuerte oposición popular a la instalación de familias gitanas en Torrelavega

La oposición de los vecinos del barrio de Torres, en Torrelavega, impidió la instalación en un prado municipal, distante un kilómetro y medio del núcleo urbano citado, de varias tiendas de campaña donde acoger a las últimas siete familias que deben desalojar el polígono del Zapatón. Se trata de las mismas familias a las que anteriormente se les negó la instalación en otros.

La necesidad de entregar al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), en los primeros días de este mes, el polígono del Zapatón, libre de sus últimos inquilinos, por el Ayuntamiento de Torrelavega, «aunque lo ...

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La oposición de los vecinos del barrio de Torres, en Torrelavega, impidió la instalación en un prado municipal, distante un kilómetro y medio del núcleo urbano citado, de varias tiendas de campaña donde acoger a las últimas siete familias que deben desalojar el polígono del Zapatón. Se trata de las mismas familias a las que anteriormente se les negó la instalación en otros.

La necesidad de entregar al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), en los primeros días de este mes, el polígono del Zapatón, libre de sus últimos inquilinos, por el Ayuntamiento de Torrelavega, «aunque lo lógico», señala el alcalde de la ciudad, «sería que fuera el propio Ministerio quien solucionara el problema creado por esas familias que se han metido en una de sus propiedades», llevó a Manuel Teira a solicitar del Ejército varias tiendas de campaña para instalar provisionalmente a las familias».«Los problemas para llevar a cabo el plan», manifestó a EL PAIS el alcalde de la localidad, «han sido numerosos, empezando porque el Ejército se negó a darnos las tiendas de campaña, que, finalmente, aportaría la Cruz Roja». Cuando se pretendió instalar a éstas en un prado municipal, fue la oposición de los vecinos la que, por el momento, ha vuelto a situar el tema en un callejón sin aparente salida.

Estas siete familias, de las que tres están formadas por payos y el resto son gitanos que viven de trabajos fijos, son los últimos ocupantes de las chabolas existentes en la zona conocida por el nombre de polígono del Zapatón, propiedad del MOPU, y en el que en breve se iniciarán las obras de construcción de un importante número de viviendas sociales.

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