Tribuna:

Destacado protagonismo de las ampliaciones de capital

La primera semana del mes de diciembre se ha caracterizado por la ansiedad con la que casi todos los especialistas esperaron la reacción del Banco de España y de las principales instituciones que cuentan con abundantes acciones eléctricas en sus carteras -cajas de ahorro fundamentalmente- para conseguir determinar el rumbo que tomarían las numerosas ampliaciones de capital en curso, y que en este momento son las auténticas protagonistas del acontecer en los mercados de valores nacionales.El banco emisor aún no ha definido su postura al respecto, y aunque la posibilidad de suscribir las importa...

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La primera semana del mes de diciembre se ha caracterizado por la ansiedad con la que casi todos los especialistas esperaron la reacción del Banco de España y de las principales instituciones que cuentan con abundantes acciones eléctricas en sus carteras -cajas de ahorro fundamentalmente- para conseguir determinar el rumbo que tomarían las numerosas ampliaciones de capital en curso, y que en este momento son las auténticas protagonistas del acontecer en los mercados de valores nacionales.El banco emisor aún no ha definido su postura al respecto, y aunque la posibilidad de suscribir las importantes partidas de nuevas acciones que le corresponden no parece seducir demasiado a sus responsables, es una probabilidad que no se descarta, por el alto contenido, no sólo financiero, sino incluso político, que esta decisión comporta.

Las cajas de ahorro, y más en concreto la confederación de estas instituciones, parecen haber optado por él momento por una solución alternativa, como es la venta de acciones viejas, fundamentalmente en sociedades eléctricas; quedar en espera de la trayectoria que acabe definiendo el mercado y, en última instancia, de las directrices que recomiende la autoridad monetaria. El recuerdo de estas recomendaciones en el caso concreto de los cupones de Hidroeléctrica Española el año pasado, cuando recibieron la sugerencia de no vender, parece estar fresco en la mente de los administradores de estas entidades y, de alguna manera, parece ser la razón que ha determinado su comportamiento.

Bajas en las cotizaciones

En cuanto a las cotizaciones, y de nuevo las referimos a los valores eléctricos, éstas sufrieron bajas de alguna consideración por el efecto de las ventas institucionales. En el caso concreto de los derechos de suscripcion, a pesar de que se pagaban bastante por debajo de sus precios teóricos, consiguieron mantener una posición ambigua, en base a no desplomarse hasta precios próximos a la peseta, en los que se habría producido una demanda importante, al menos si se hace caso a los comentarios más extendidos, cuyo origen sería el dinero que se generó con las ventas de acciones viejas realizadas a lo largo de todo el mes pasado.

El resto del mercado, incluido el sector bancario, actuó como mero comparsa al lado de las eléctricas. Los comportamientos fueron uniformemente negativos, si bien se puso de manifiesto, una vez más, la escasa pujanza de los valores industriales, que experimentaron pérdidas generalizadas, y la voluntad de los bancos por mantener sus cotizaciones, a pesar de tener que realizar esfuerzos diarios para conseguirlo, por la falta de opciones compradoras.

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