Un respiro

La última sesión de la primera semana de diciembre ha supuesto un evidente respiro para los mercados de valores nacionales. Las tensiones vendedoras, principalmente en el sector eléctrico, a las que los inversores institucionales sometieron al mercado en las tres primeras reuniones de la tanda, cedieron un tanto, con lo que los procesos de formación de cambios se realizaron dentro de un ambiente bastante más distendido.Esta mayor tranquilidad tuvo su fiel reflejo en los precios de los distintos valores, sobre todo en los de los derechos de suscripción, que protagonizaron algunos avances signif...

La última sesión de la primera semana de diciembre ha supuesto un evidente respiro para los mercados de valores nacionales. Las tensiones vendedoras, principalmente en el sector eléctrico, a las que los inversores institucionales sometieron al mercado en las tres primeras reuniones de la tanda, cedieron un tanto, con lo que los procesos de formación de cambios se realizaron dentro de un ambiente bastante más distendido.Esta mayor tranquilidad tuvo su fiel reflejo en los precios de los distintos valores, sobre todo en los de los derechos de suscripción, que protagonizaron algunos avances significativos. No obstante, la característica que definió el comportamiento de las reuniones fue la mortecina actividad en los corros, que, al menos en el mercado madrileño, no fue capaz de ayudar a superar ni el inicio de la ampliación de capital de Hidroelectrica Española.

La acción de Hidrola perdió 75 centésimas, y el cupón se pagaba a 4,25 pesetas, casi dos pesetas por debajo de su precio teórico, siendo realmente pobre el número de operaciones que se casaban.

Los bancos, cuyo tradicional protagonismo han perdido en los últimos días, en favor de los valores eléctricos, repitieron prácticamente en bloque, mientras conseguían estabilizar la oferta global para el conjunto de los siete grandes del sector en torno a los 50.000 títulos.