Deshielo entre Yugoslavia y Bulgaria a propósito de Macedonia

Al término de la visita del ministro yugoslavo de Exteriores, Josip Vrhovec, a Sofía, el comunicado búlgaro-yugoslavo dice que ambas partes han contribuido «a la paz y la seguridad en los Balcanes y en Europa». Si Bulgaria y Yugoslavia lograran superar sus polémicas por la Macedonia yugoslava, en el «barril de pólvora de Europa» no quedaría más que una mecha seca, la del conflicto pendiente entre Turquía y Grecia.La encendida polémica por Macedonia con Bulgaria es el único conflicto que opone a Yugoslavia con un país del Pacto de Varsovia. Dado que Bulgaria es el aliado más firme de la URSS en...

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Al término de la visita del ministro yugoslavo de Exteriores, Josip Vrhovec, a Sofía, el comunicado búlgaro-yugoslavo dice que ambas partes han contribuido «a la paz y la seguridad en los Balcanes y en Europa». Si Bulgaria y Yugoslavia lograran superar sus polémicas por la Macedonia yugoslava, en el «barril de pólvora de Europa» no quedaría más que una mecha seca, la del conflicto pendiente entre Turquía y Grecia.La encendida polémica por Macedonia con Bulgaria es el único conflicto que opone a Yugoslavia con un país del Pacto de Varsovia. Dado que Bulgaria es el aliado más firme de la URSS en Europa, a la ya iniciada mejora de relaciones

Moscú-Belgrado le vendría muy bien que la polémica por Macedonia se soterrara.

Afirman los yugoslavos que su República federada de Macedonia tiene un pasado histórico y cultural tan rico y peculiar como cualquier otra nacionalidad europea. Los búlgaros, con los griegos, afirman, por su parte, que Macedonia es un término geográfico y no étnico. El carácter de «macedonio» no imprimía en el pasado otomano nacionalidad, dicen en Sofía y Atenas.

Pero los búlgaros no ceden en afirmar que los eslavos de la Macedonia yugoslava son de origen búlgaro. Bulgaría ha firmado repetidas veces documentos en macedonio e insiste en que reconoce la integridad territorial de Yugoslavia, Macedonia incluida, pero el Gobierno federal de Belgrado desconfía de esas declaraciones búlgaras, tras las que, considera, se esconden añoranzas anexionistas que se manifestarían a la primera ocasión.

Otra cosa que no reconoce Bulgaria es la existencia de una antigua nacionalidad macedonia, hoy yugoslava, que tuviera sus minorías en Bulgaria. Los griegos, por su parte, se niegan a tratar del tema de las minorías eslavomacedonias con Yugoslavia, país con el que tienen excelentes relaciones. Resulta curioso que en los Balcanes, y respecto al tema de Macedonia, la Grecia de la OTAN y la Bulgaria del Pacto de Varsovia están mucho más de acuerdo entre si que con la no alineada Yugoslavia.

Probablemente, en abril y en Sofia, se reunirá una nueva conferencia de colaboración interbalcánica que sentará a una misma mesa a representantes de países de la OTAN, como Grecia y Turquía; del Pacto de Varsovia, como Rumanía y la anfitriona Bulgaria, además de la no alineada Yugoslavia. Por ahora, tras la visita del ministro yugoslavo de Exteriores a Sofía, se puede apreciar una tendencia al arreglo de la cuestión macedonia entre Bulgaria y Yugoslavia. También en los Balcanes el general Evren, nuevo caudillo militar turco, asegura estar dispuesto a cimentar en base sólida las tullidas relaciones greco-turcas.

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