El resultado en Puerto Rico, todavía indeciso
Las elecciones celebradas el martes en Puerto Rico fueron las más reñidas en la historia de este país, por lo que habrá que recontar hasta el último voto para declarar un ganador oficial final.
Interrumpido por tiempo indefinido el recuento de votos -cuando se había escrutado el 71,4% de los -sufragios y faltaban aún por computar unos 50.000 votos-, la comisión estatal de elecciones declaró ganador preliminar a Rafael Hernández Colón, del opositor Partido Popular Democrático.
El gobernador Carlos Romero Barceló, del Partido Nuevo Progresista, rehusó aceptar suderrota, lo que ...
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Las elecciones celebradas el martes en Puerto Rico fueron las más reñidas en la historia de este país, por lo que habrá que recontar hasta el último voto para declarar un ganador oficial final.
Interrumpido por tiempo indefinido el recuento de votos -cuando se había escrutado el 71,4% de los -sufragios y faltaban aún por computar unos 50.000 votos-, la comisión estatal de elecciones declaró ganador preliminar a Rafael Hernández Colón, del opositor Partido Popular Democrático.
El gobernador Carlos Romero Barceló, del Partido Nuevo Progresista, rehusó aceptar suderrota, lo que hará necesario esperar hasta el final del recuento, que podría extenderse hasta el sábado.
El margen de Hernández Colón fue de 725 votos sobre Romero Barceló, por lo que esos 50.000 votos sin contar serán necesarios para certificar la victoria.
Por lo pronto, aunque gane las elecciones, el gobernador Carlos Romero Barceló dijo que no celebrará el anunciado referé ndum para convertir a este país en un Estado de Estados Unidos, debido al estrecho margen de votos en estas elecciones, donde esperaba obtener un amplio respaldo con el que reclamaría la celebración del plebiscito.
Por su parte, Rafael Hernández Colón iniciaría su Gobierno, en enero, con un esfuerzo por lograr un nuevo tratado de asociación con Estados Unidos, que daría más poderes a Puerto Rico, territorio norteamericano desde 1898 y con autonomía desde 1952.
La incertidumbre que mantuvo despiertos a miles de puertorriqueños ansiosos por conocer el resultado de las elecciones estuvo a punto de culminar con motines callejeros, debido a que cada partido reclamaba mayoría de votos, mientras que la comisión electoral realizaba el más lento recuento de votos en la historia del país.