El Ejército toma medidas disciplinarias contra los autores del "bombardeo" de Moralzarzal

El coronel Espinosa, jefe del Polígono de Experiencias y Tiro, fue destituido ayer de su cargo por orden expresa del ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sabagún, corno responsable directo del bombardeo que el martes pasado sufrió, por equivocación, el pueblo de Moralzarzal y que, aunque no causó víctimas, produjo importantes daños en varios edificios. La unidad mandada por el coronel Espinosa se encontraba realizando las pruebas de un nuevo material recientemente adquirido por el Ejército. Las granadas disparadas desde el campo de tiro de Hoyo de Manzanares describieron una trayectoria ines...

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El coronel Espinosa, jefe del Polígono de Experiencias y Tiro, fue destituido ayer de su cargo por orden expresa del ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sabagún, corno responsable directo del bombardeo que el martes pasado sufrió, por equivocación, el pueblo de Moralzarzal y que, aunque no causó víctimas, produjo importantes daños en varios edificios. La unidad mandada por el coronel Espinosa se encontraba realizando las pruebas de un nuevo material recientemente adquirido por el Ejército. Las granadas disparadas desde el campo de tiro de Hoyo de Manzanares describieron una trayectoria inesperada y fueron a caer sobre el casco urbano, distante 1,6 kilómetros del límite del terreno militar. Otras medidas disciplinarias de carácter interno podrían ser la consecuencia directa del expediente de investigación abierto sobre el caso.

Los sucesos se produjeron alrededor de las 11.30 horas del :martes, cuando técnicos militares del Polígono de Experiencias y Tiro (que antes estaba ubicado en Carabanchel y ahora en la misma carretera de Extremadura, junto al regimiento Wad Ras) se hallaban probando, en el campo de tiro de Hoyo de Manzanares, material recientemente adquirido por el Ejército. En concreto, se trataba de una partida de estopines, como se conoce en el argot militar, algo así, si puede servir la comparación, como starters de automóviles, que tienen la propiedad de producir una más violenta ignición de la pólvora que facilita el disparo de los proyectiles.Según las mismas fuentes militares, esos estopines se estaban probando con cañones 155 -una de las armas más modernas de que dispone la artillería española- El campo de tiro de Hoyo tiene una distancia de 5.500 metros, después, de cuyo límite se hallan, a tina distancia de 1.600 metros, las primeras colonias de veraneantes de Moralzarzal.

Este tipo de cañón-obús tiene, según técnicos militares, la propiedad de poder disparar de forma más rasante que los cañones convencionales, que producen una trayectoria más parabólica, lo que provocó un efecto de rebote -parecido al que produce una piedra plana lanzada oblicuamente y con fuerza sobre una superficie de agua-, que hizo que las granadas alcanzasen las casas de Moralzarzal. Según fuentes militares, esa pudo ser la explicación del involuntario bombardeo de este pueblo serrano. Hubo proyectiles que penetraron en viviendas.

Un primer cálculo de los daños producidos alcanza los cuatro millones de pesetas. Portavoces autorizados del Ejército aseguraron el mismo martes que se harían responsables por completo de todos esos daños. Todo ello, según se aclaró, con independencia de las responsabilidades judiciales que pudieran ser sustanciadas por el juez designado al efecto.

El Ejército pagará los daños

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Según se supo también, los responsables del Polígono de Experiencias y Tiro habían tomado la precaución -habitual en este tipo de ensayos- de que los proyectiles no estuviesen activados, esto es, que no tenían carga explosiva ni espoleta, por lo que no hicieron explosión. De haberse tratado de proyectiles reales, indican fuentes militares, habrían estallado en el primer impacto y no habrían producido el efecto del rebote.

También se estima que el efecto de los estopines nuevos pudo haber alargado la trayectoria del disparo en unos doscientos metros sobre los cálculos previstos (ángulo de tiro), lo que pudo ser determinante en lo que respecta al bombardeo del pueblo.

Los diputados socialistas por Madrid, José Acosta y Juan Barranco, y el parlamentario del mismo partido por Segovia, Luis Solana, han formulado una pregunta por escrito al Gobierno sobre los hechos relatados.

En concreto, la interpelación recoge las siguientes preguntas: ¿qué medidas piensa tomar el Ejecutivo para indemnizar a los afectados por los daños producidos?; ¿cómo valora el Gobierno las condiciones de seguridad de dicho campo de tiro para la población civil circundante?, y ¿qué medidas piensa tomar el Gobierno para que hechos como los producidos el martes 28 de octubre y anteriores no vuelvan a producirse?

En la interpelación se asegura que hechos como el relatado ya se han producido con anterioridad en Moralzarzal, lo que puede indicar la gravedad de la situación de dicho pueblo, planteándose, incluso por parte del Ayuntamiento de dicho municipio, una petición de cierre de dicho campo militar.

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