Impresionante manifestación antifascista en Bruselas

Veinte mil personas, según la policía; 100.000, según los organizadores, participaron en la manifestación antifascista y antirracista celebrada a última hora de la tarde del pasado lunes en Bruselas. Al margen de la cifra concreta, los diarios belgas reconocen que pocas veces en la historia de este país se ha conseguido reunir una multitud semejante.La manifestación de Bruselas ofreció, en relación con otras manifestaciones semejantes celebradas en Francia, una característica propia: la vinculación entre el racismo y el fascismo y la xenofobia que comienza a extenderse por Bélgica, como consec...

Veinte mil personas, según la policía; 100.000, según los organizadores, participaron en la manifestación antifascista y antirracista celebrada a última hora de la tarde del pasado lunes en Bruselas. Al margen de la cifra concreta, los diarios belgas reconocen que pocas veces en la historia de este país se ha conseguido reunir una multitud semejante.La manifestación de Bruselas ofreció, en relación con otras manifestaciones semejantes celebradas en Francia, una característica propia: la vinculación entre el racismo y el fascismo y la xenofobia que comienza a extenderse por Bélgica, como consecuencia de la crisis económica. Los manifestantes, entre los que se contaban miles de extranjeros, árabes, turcos, españoles, italianos, apoyaron pancartas solicitando un «estatuto para el emigrante» y la defensa de sus derechos civiles.

Entre la multitud se podían ver a numerosos punks, cientos de judíos, con una estrella amarilla y la leyenda «Acuérdate», y a todos los miembros del Gobierno en funciones, excepto el presidente Wilfried Martens.

Los manifestantes reclamaron la supresión de las milicias privadas y muy especialmente de la Orden de Militantes flamencos (VMO), que protagonizó días pasados una manifestación antijudía y xenófoba.

«La peste parda», como gritaban miles de personas en Bruselas, se caracteriza en Bélgica no sólo por su antisemitismo, sino, muy especialmente, por su violenta campaña contra los inmigrantes, sobre todo árabes y turcos, a los que se pretende suprimir el seguro de desempleo -de duración indeterminada, según las leyes belgas- para obligarles a salir del país, así como impedir que tengan derecho a votar en las elecciones municipales.