Periodista italiano absuelto tras varios meses de cárcel

El periodista Fabio Isman, redactor del diario romano Il Messaggero, uno de los periódicos más importantes del pals, ha sido absuelto de la acusación de connivencia con los servicios secretos y violación del secreto sumarial. Isman, que llevaba varios meses en la cárcel esperando la sentencia, había sido detenido junto con el jefe romano de los servicios secretos (Sisde) Russomaro, acusado a su vez de haber dado al periodista las confesiones secretas del brigadista arrepentido Fabrizio Pecci.Durante los interrogatorios, Russomanno habíadeclarado que había sido él quien, a través de un f...

El periodista Fabio Isman, redactor del diario romano Il Messaggero, uno de los periódicos más importantes del pals, ha sido absuelto de la acusación de connivencia con los servicios secretos y violación del secreto sumarial. Isman, que llevaba varios meses en la cárcel esperando la sentencia, había sido detenido junto con el jefe romano de los servicios secretos (Sisde) Russomaro, acusado a su vez de haber dado al periodista las confesiones secretas del brigadista arrepentido Fabrizio Pecci.Durante los interrogatorios, Russomanno habíadeclarado que había sido él quien, a través de un funcionario de su despacho, habla entregado el material, de secreto instructorio al periodista, con la buena intención de que otros terroristas pudieran seguir el ejemplo de Pecci colaborando con la justicia.

A Isman se le había acusado de mantener relaciones poco periodísticas con el agente de los servicios secretos y se te metió en la cárcel sin concederle ni siquiera la libertad provisional, causando un auténtico escándalo en el mundo de la Prensa.

En aquellas confesiones de Pecci publicadas por Isman es donde se acusaba al hijo de Carlo Donat-Cattin, que era entonces vicesecretario de la Deínacracia Cristiana, de pertenecer a la organización terrorista Primera Línea, y al padre, de haber recibido informaciones del presidente: del Gobierno para hacer escapar al hijo al extranjero. Pero el periodista de Il Messaggero omitió precisamente esta parte «por responsabilidad profesional», había afirmado.