Entrevista:

Paul Michael Glaser ("Starsky"): "Estoy en contra de la violencia"

Ha dedicado cuatro años de sus veinte como actor al personaje de Starsky. Por si alguien no lo sabe todavía, el joven moreno que acompaña a otro joven rubio (Hutch), ambos intrépidos policías, que protegen a los ciudadanos tanto como se protegen a sí mismos, y cuyas andanzas han llenado, y llenan todavía, las pantallas de televisión de España y de otros 59 países de todo el mundo. «Estoy muy satisfecho de mi personaje en la serie. He intentado darle una dimensión humorística y humana al papel. Yo creé a Starsky».Estas fueron las palabras de Paul Michael Glaser -37 años- en los comienzos de una...

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Ha dedicado cuatro años de sus veinte como actor al personaje de Starsky. Por si alguien no lo sabe todavía, el joven moreno que acompaña a otro joven rubio (Hutch), ambos intrépidos policías, que protegen a los ciudadanos tanto como se protegen a sí mismos, y cuyas andanzas han llenado, y llenan todavía, las pantallas de televisión de España y de otros 59 países de todo el mundo. «Estoy muy satisfecho de mi personaje en la serie. He intentado darle una dimensión humorística y humana al papel. Yo creé a Starsky».Estas fueron las palabras de Paul Michael Glaser -37 años- en los comienzos de una conferencia de Prensa, a la que -no hacía falta que lo jurase- había ido más bien a regañadientes. Desganado, con zapatillas de deporte, como subrayando su afición al mismo fuera y dentro de las películas. Y con una sonrisita de medio lado, que se corta en seco cuando los pequeños fogonazos de los gráficos son demasiado para su aguante. Obviamente, Starsky (siempre Starsky) había sido traído y llevado en las últimas horas: la llegada al aeropuerto, el hotel, la visita-interrogatorio a Televisión Española. Y luego, recepción, comida, más hotel y, a última hora, la tópica-típica visita al tablao flamenco.

Tras el primer acoso fotográfico y el síndrome de estrella acorralada -«Me estáis robando el alma», «Las fotos es lo peor de mi profesión. Es mi fobia»-, Paul Michael Glaser fue poniéndose en situación y respondiendo a las preguntas de los periodistas. No dijo ni palabra de sus proyectos, como si al dar detalles se gafaran. Así, nos quedamos sin saber si, por fin, va a intervenir, como se rumorea, en la próxima película del español Bigas Luna. Sólo admitió haber mantenido conversaciones al respecto, pero insiste: «Hasta que no oigo "¡Acción!" y empiezo a rodar, no estoy seguro de lo que hago».

Sin embargo, sí está seguro de haber realizado un buen trabajo en Phobia, aunque muchos sigan viendo de nuevo al héroe televisivo. De todas formas, dice que «sólo por trabajar con un hombre como Huston, que sobrevive de un modo tan fantástico, merece la pena».

Nacido en Massachusetts, Glaser empezó muy pronto a trabajar en el teatro universitario, obteniendo incluso una licenciatura Debutó con una versión rock de Hamlet, en 1968, e interpretó numerosos papeles en las produccio nes del off-Broadway. Tuvo un importante papel en la versión cinematográfica de El violinista en el tejado y en Las mariposas son libres y apareció, una vez adquirida su parcelita televisiva con Starsky y Hutch (« Elegir entre Carter y Reagan es como elegir entre ellos dos»), en otras conocidísimas series: Kojak, Las calles de San Francisco, Los Waltons.

Le fascina el teatro, porque en este medio puede realmente actuar. En el cine, en cambio, «hay que ser», dice el actor. Y fue con esta cuestión, como con la de la violencia, cuando decidió explayarse un tanto, y hablar de lo poderosa que es la imagen cinematográfica.

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