Reportaje:

El ahorro de la economía española, en su nivel histórico más bajo

La tasa de ahorro de la economía española alcanzó su más bajo nivel en 1979, aunque podría recuperarse ligeramente en el año en curso, según las primeras estimaciones realizadas por expertos del sector privado. En el pasado año, el ahorro global de la economía, medido en relación con el producto interno, se situó en el 20,3%, prosiguiendo una tendencia descendente que se inició con la actual crisis económica. En 1975, la tasa de inversión en la economía española era del 26,5 % del producto interior bruto (PIB).La recuperación de la tasa de ahorro de la economía o de la inversión debería, ser u...

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La tasa de ahorro de la economía española alcanzó su más bajo nivel en 1979, aunque podría recuperarse ligeramente en el año en curso, según las primeras estimaciones realizadas por expertos del sector privado. En el pasado año, el ahorro global de la economía, medido en relación con el producto interno, se situó en el 20,3%, prosiguiendo una tendencia descendente que se inició con la actual crisis económica. En 1975, la tasa de inversión en la economía española era del 26,5 % del producto interior bruto (PIB).La recuperación de la tasa de ahorro de la economía o de la inversión debería, ser uno de los objetivos prioritarios de la política económica, según medios empresariales, ya que la creación de empleo obligará a una reducción de los gastos destinados a consumo y una mayor canalización de recursos hacia las inversiones productivas.

Algunos análisis realizados recientemente por entidades del sector privado han puesto de relieve el paralelismo existente entre la caída de la tasa de inversión de la economía española y el aumento del desempleo. La evolución no puede ser más espectacular y negativa, ya que el país está invirtiendo actualmente el equivalente al 77,4% de lo que invertía en 1975, y el nivel de paro representa tres veces más ahora que en aquella fecha (véase cuadro).

Los datos correspondientes a la tasa de inversión para el año en curso, según previsiones realizadas a la vista de la evolución de las empresas durante el primer semestre, podrían poner de relieve un ligero aumento de la tasa de inversión en la economía, aunque tal aumento estaría más bien motivado por un proceso de acumulación de surtidos o existencias en las empresas que por un aumento de la inversión productiva real o formación bruta de capital fijo.

El aumento de las existencias aparece reflejado en las estadísticas de comercio exterior, ya que algunas empresas están haciendo acopio de materias primas y productos intermedios. Este aumento de la inversión no afectará, por tanto, a una modificación sensible de la tasa de paro, que tenderá a crecer mientras la inversión real no experimente crecimientos.

Frente a la evolución de la inversión, el nivel de consumo, tanto público como privado, sigue creciendo de forma casi ininterrumpida. El último informe del Banco de España cuantifica en un 79,4% la participación del consumo en la renta nacional, porcentaje que supera con bastante amplitud el 76,7% del año 1975. Sólo en el año 1978 se produjo una caída en la participación del consumo dentro del conjunto de la economía, debido a las consecuencias de los pactos de la Moncloa y de la política de ajuste realizada entonces. Pero en 1979 se ha vuelto al nivel de 1977 y parece que el año en curso podría mantener esta misma altura.

Caída generalizada

La caída del ahorro ha sido generalizada, ya que afecta tanto al sector privado como al público. Sin embargo, el sector público ha sido más drástico en los recortes que el privado, aunque el nivel de inversión representó, en 1977, cuatro veces más en el sector privado que en el público, y éste tiene, por tanto, menor trascendencia a nivel global. Pero su evolución muestra una caída muy fuerte, debido al aumento aparentemente incontenible e irreversible de los gastos corrientes, que en estos últimos cinco años han aumentado en un 179%, frente a un incremento bastante más moderado, del 64%, en los gastos de capital.En cuanto al sector privado, la tasa de ahorro se está manteniendo gracias al aumento de la financiación exterior.

Como posibles medidas para provocar un giro en la evolución de la tasa de ahorro en la economía, diversos expertos consultados por EL PAIS barajan en estos momentos alternativas tendentes a provocar una caída en la participación de los gastos de consumo en la economía española. Entre el abanico de posibilidades que tenderían a encarecer el consumo para permitir un aumento de los gastos de inversión se estiman como necesarias un aumento de las exportaciones, con medidas de estímulo de diverso signo; diversas medidas fiscales que penalizaran a los compradores y una política más remuneradora de tipos de interés que permitiera vislumbrar mejores expectativas para el ahorro.

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